El actor vivió una experiencia traumática junto a su pareja y encontraron su lugar en el mundo lejos de Buenos Aires.

La tranquilidad para algunas personas no se negocia. Respirar, pensar, conectar son verbos a fines a la salud física y mental, algo sustancial para llevar una vida plena. Más allá de las obligaciones, tener tiempo y lugar para poder sentir relajación es lo que muchos buscan, incluso Damián De Santo.

El actor conoció su lugar en el mundo casi de casualidad, por cuestiones de salud, puesto que su mujer estaba embarazada de su hija Violeta y las constantes pérdidas no auguraban un final feliz, hasta que por obra y gracia del destino apareció Villa Giardino, Córdoba.

“Con Villa Giardino la historia es que vine a perder el embarazo de cuatro semanas de mi esposa. El embarazo venía muy complicado, con muchas pérdidas. Vanina estaba muy preocupada y le propuse a nuestro obstetra traerla de vacaciones a Córdoba. Sentía que su cabeza estaba atiborrada de ideas de madre primeriza y las pérdidas le generaban una angustia mayor”, contó De Santo en una entrevista para Radio Zónica.

Aquello que tenía toda la pinta de ser algo feo, terminó siendo todo luz, puesto que su mujer regresó a Buenos Aires con un embarazo bien constituido y una panza flamante de tres meses, un verdadero cambio radical.

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“Sentimos que le debíamos algo a Villa Giardino. Yo aproveché y lo usé como una excusa porque toda la vida sentí que la ciudad no era para vivir y tener una familia”, argumentó.

Esta situación llevó a que la familia se mudara por completo a Córdoba y arrancara un proyecto en las Sierras, lo que terminó siendo un complejo de cabañas, denominado El Umbral. Este emprendimiento se llevó a cabo en una zona totalmente despoblada y a base de mucho esfuerzo pudieron levantar un hermoso lugar, ideal para los turistas que buscan tranquilidad.

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“Un rincón sobre tierra fresca con vista al atardecer, arrullado por el rio que suena cercano, con aroma a flores y pan casero, libre para las risas de niños que juegan”, es algo de lo expresa y de lo que siente Damián por su proyecto, aquel que nació de una situación caótica y terminó siendo la respuesta a todo.

La tranquilidad y el aire puro, dos cuestiones que para el ser humano no son lo mismo tenerlas que no, pero que muchas veces son poco tenidas en cuenta y entonces, ahí es cuando la rutina arrasa con todo.