El intendente Marcos Castro, encabezó esta tarde el acto de entrega, en el Centro de Atención Municipal (CAMu), de más de 60 tarjetas del programa Acompañar a vecinas y vecinos de esta ciudad con el propósito de decidir refacciones, mejoramiento o inicio de la construcción de una vivienda.

El acto contó con la presencia de beneficiarios que viven en los barrios Santa Clara, Unión, El Progreso, 30 de Marzo, Lavalle, Mi Bandera, Nehuén, Álvarez Guerrero, Castello y Las Flores, funcionarios municipales y provinciales. Las tarjetas para la compra de materiales en cualquier corralón alcanzan a unos 200.000 pesos y el basamento es que ese monto se ajusta al financiamiento para la compra de materiales para instalar la platea de una vivienda de 25 metros cuadrados.

Al respecto el secretario de Desarrollo e Integración Social municipal, Mario Sánchez indicó que “estas tarjetas tienen un saldo disponible para que cada familia beneficiaria pueda involucrarse y elegir qué materiales comprar y en dónde, lo que genera autonomía”.  Además,  destacó que “este programa busca responder a una demanda permanente que tiene que ver con el acceso a una vivienda o al mejoramiento de la misma”.

A su vez, el intendente Castro expresó que “podemos ejecutar este tipo de políticas porque creemos que todas y todos tienen y deben cumplir el sueño de la vivienda, que es un derecho esencial” agregando que "este tipo de programas son el reflejo de un estado presente porque debemos trabajar como comunidad para que todas y todos puedan acceder a este tipo de políticas".

Desde que se anunció el programa, se llevan entregados 230 plásticos en 2021 y otros 215 entre los ejercicios presupuestarios 2022 y 2023, y si bien estos 63 distribuidos entre los beneficiarios durante esta jornada, la expectativa de los funcionarios municipales es alcanzar las 200 ayudas en todo 2024, de acuerdo a lo que pudo saber NoticiasNet.

Este plan de acompañamiento a familias que viven en sectores periféricos se nutre con fondos que provienen del cobro municipal del Impuesto al Baldío. Ese recurso financiero tiene dos componentes importantes para trasladarlo a las familias beneficiarias: evitar la especulación inmobiliaria y el mejoramiento barrial.