08/08/2022

Siguen las denuncias contra la Comisaría 1°: el relato del joven al que molieron a golpes

Mario Corsino vivió un verdadero infierno durante la madrugada del 30 de julio. Aún con dolores en su cuerpo, contó lo que vivió y remarcó que hizo la denuncia en la Fiscalía, esperando que se tomen cartas en el asunto.

Siguen las denuncias contra la Comisaría 1°: el relato del joven al que molieron a golpes

El último fin de semana de julio, un parte policial dio cuenta de la detención de un joven de 25 años a la salida de un boliche. El episodio ocurrió en la Avenida Villarino y Saavedra, en la ciudad de Viedma. El informe oficial emitido por la Comisaría 1° publicado por este medio, al que no se le cambió absolutamente nada, indicaba que el chico había querido pegarle al personal policial.

Sin embargo, la otra campana indica otra cosa totalmente distinta. Una situación aberrante en la que Mario Corsino -el damnificado- relata que salvó su vida de milagro. Esto enciende las alarmas, ya que no es la primera vez que el personal de esa dependencia policial es denunciado por su accionar, llevando adelante maniobras de épocas lastimosas para el país.

En noviembre la cúpula fue denunciada, se llevó adelante una investigación y en enero de 2022 removieron a todos los jefes. A esto hay que agregarle que en julio de este año murió un detenido que había generado disturbios en la vía pública. Una situación que generó estupor, ya que desde el lugar hablan de suicidio, pero ante los antecedentes, nadie lo cree.

¿A qué viene esta enumeración de situaciones impropias de quiénes deberían cuidar a la ciudadanía? A que así podía haber terminado Corcino si no era rescatado por su hermana en el momento de mayor tensión. Según le contó a NoticiasNet, en un momento de la noche, porque no estaba en condiciones de manejar, fue a su vehículo a buscar un abrigo con la intención de tomarse un taxi.

Esa escena fue visto por Tránsito y la policía. Claro, lo estaban esperando para hacerle una multa, pero él nunca salió con su vehículo e igual le quisieron hacer un test de alcoholemia. Estaba sentado, poniendo el abrigo y esperando que pasara un taxi. Él se negó, les dijo que no correspondía porque no estaba manejando, y allí comenzó una golpiza que quedó registrada en su rostro y su cuerpo.

“El oficial me dice tomátela y después me dice te lo advertí: me agarran, me esposan y me llevan hacia La Balsa donde me golpean la cabeza contra el vidrio. En ese momento salió un sereno y les pidió que dejen de golpear porque me iban a romper la cabeza y el vidrio”, relató, con el nerviosismo que le genera recordar todo de nuevo.

Lejos de que su pesadilla finalice ahí, el maltrato continuó: “Me suben a un patrullero, me pegan piñas en la panza, me ahorcan y me dejan inconsciente. Me despierto en la comisaría donde me cagan a patadas, me llevan al pasillo y me siguen pegando. Me pisaban la cabeza, me doblaban la oreja, me pegaron patadas por todos lados, tengo marcas en todo el cuerpo”

Remarcó que eran cuatro policías y que luego se sumó un quinto. En ese momento le bajaron el pantalón con intención de abusarlo. Entre ellos hablaban de eso. En ese momento llegaron familiares de él, que fueron advertidos por otra persona que les contó que se lo habían llevado a la comisaria y que lo habían golpeado. Gracias a sus gritos, su hermana lo escuchó y terminó su calvario.

Una vez más el escalofrío cuando indica que temió por su vida, que su caso podría haberse sumado al mencionado, que lo podrían haber matado a golpes. Pero por suerte pudo salir, fue al Hospital Zatti, lo revisaron, y luego, con toda la documentación, se presentó en la Fiscalía, a la espera de que se tomen cartas en el asunto.     

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