21/11/2021

Punta Bermeja, seres extraterrestres y portal a otra dimensión, mito o realidad

Edgardo Intrieri brindó testimonio de su experiencia personal.

Punta Bermeja, seres extraterrestres y portal a otra dimensión, mito o realidad

La posibilidad de encontrar un portal a otra dimensión y el encuentro con seres de otro mundo fueron algunos de los temas abordados en nueva charla con el especialista en ufología y ex guardafauna de Punta Bermeja, Edgardo Intrieri.

Fenómeno

“En Punta Bermeja hay un punto muy importante que es un portal a otra dimensión. Coincidente con personas interesadas y en circunstancias que coinciden las constelaciones, con el movimiento de la tierra, el fenómeno se puede ver o no”, aseguró el especialista en el tema.

En conversación con NoticiasNet, al preguntarle sobre esta posibilidad, Intrieri explicó que “el portal a otra dimensión es como si fuera una ruta y podes viajar en el tiempo. En realidad viajar de acá a Bahía Blanca,  es un poco viajar en el tiempo. Es realizar poco más de 300 kilómetros en algo así como 4 horas, eso es un viaje en el tiempo, salgo a tal hora y llego a otra. Esto es igual, pero en milésimas de segundo viajas de un lugar a otro”.

Para brindar certezas a sus dichos el especialista comentó que “hace bastante tiempo hubo una carrera, era un rally donde dos chilenos desaparecieron y los encontraron 300 kilómetros más adelante, pasaron por un portal de Punta Bermeja. Esa información está, la pueden comprobar”.

Según el relato de la época, el periodista Marcelo Metayer publicó que “a treinta kilómetros de Viedma la noche que cubría la ruta 3 era clara y sin Luna, colmada de estrellas. A las tres de la madrugada del 23 de septiembre de 1978, el piloto chileno Carlos Acevedo, al volante de un Citroën GS, buscaba recorrer los últimos mil kilómetros que lo separaban de la meta de la extenuante Vuelta a la América del Sur; a su lado estaba el copiloto, Miguel Ángel Moya, de la misma nacionalidad. En ese momento Acevedo vio una luz en el espejo retrovisor, que él tomó por los faros de otro auto y se corrió para dejarlo pasar. Pero esa luz se acercó más y más, y lo que sucedió después resultó ser la historia más extraña que se haya contado de esa carrera: los ocupantes del vehículo aseguraron haber sido “llevados” durante unos 70 kilómetros, hasta cercanías de Pedro Luro, durante dos horas, sin que ellos hayan recordado nada”.

Experiencia propia

Al preguntarle por alguna experiencia vivida de manera personal durante sus años de trabajo en Punta Bermeja, Intrieri señaló que “en mi caso tuve la posibilidad de ver naves  y seres extraterrestres. En una oportunidad tuve una vivencia muy grande con mi familia. Aún la recuerdo, aquella vez hubo un derrumbe muy grande, en el año 1997, fue un anticipo de lo que después pasó que se llevó toda la pasarela”.

Dicho derrumbe “se dio en una época de reproducción de lobos marinos. Había unos 800 cachorros, recuerdo que cerca de las 2 AM sentí un estruendo muy fuerte y al otro día escuchaba un varederio muy grande, eran los bebés gritaban. Había madres muertas, cachorros muertos y algunos vivos que buscaban a sus madres, entonces avisé a mis directores, luego baje y logré salvar a uno de esos cachorritos, mucho más no se podía hacer porque era todo escombros”.

En la siguiente noche “era tanto el griterío de los bebés, porque no se podían alimentar, que me paré en la pasarela con mis hijos y en eso veo que desde el mar que salían como luces esféricas, unas 50, les dije a mis hijos miren esto, vamos a presenciar este fenómeno. Fue así que pudimos observar que cuando las luces llegaron a la costa comenzaron a salir seres, que como se paraban al lado de los lobos hice un comparativo, si un lobo macho mide 3,5 metros y la luz parada al lado es un poco más chica, los seres debían tener poco más de 2 metros. Los mirábamos a 50 metros de altura y vimos que esos seres de luz salieron de las naves y desde las 21 a las 4 de la madrugada estuvieron en la reserva. En ese periodo hubo como una asistencia, una sanación y se empezaron a llevar algunos de los cachorros que estaban sueltos. Las madres lastimadas fueron curadas y a medida que pasaba la noche se calmó el griterío. Luego con la primera claridad del día volvieron al mar. Vimos que se llevaron algunos porque al otro día no había cachorros solos, quedaron únicamente los que tenían madres”.

A partir de esta y otras vivencias, “con el pasar del tiempo empecé a estudiar, además el ingeniero José Barasi y otros especialistas se acercaron, mucha gente con interés de conocimiento, gente que no se burla. Toda esta información está, se puede googlear, no estoy mintiendo”.

Noche de luna

Consultado por alguna otra experiencia, Intriri relató que “en esa oportunidad tuve la de visión, en otra sentí la presencia y me faltaba la del tacto. En realidad éstos seres pueden estar al lado nuestro, pero en otra dimensión, por eso no los podemos tocar”.

Recordando su vivencia, señaló que “en una noche, de los diez años que estuve ahí en Punta Bermeja. Venía de un día agitado, con mucha gente que visitaba el lugar, recuerdo que estaba solo, con dos perros, que debemos reconocer tienen 800 sentidos más que un humano en el olfato. Uno de los perros dormía en la puerta del baño y había una gotita que caía y sonaba”.

Luego de la extensa jornada de trabajo, "no me quería dormir porque era noche de luna y en la casa del guardafaunas de Punta Bermeja se dá una experiencia única y es que la luna pasa por detrás de un médano e ingresa la luz a la pieza, encandilandoa toda la casa, es un fenómeno que pasa una vez al año”.

Esperando el momento, “resulta que me recuesto y la luna no salía, cierro los ojos, pero sigo despierto, escuchando la gotita que caía, cuando en un momento siento algo que me toca el brazo, algo de diferente temperatura a la mía, todavía con los ojos cerrados le hablo al perro y le dijo “Jack anda a dormir”, nada, entonces siento que el perro seguía roncando. Digo cómo, abro los ojos y veo al ser parado al lado de la cama, me estaba tocando, era de dos metros y estaba dentro de mi casa. Aún recuerdo que estando con los ojos cerrados en mi mente pensaba que era el perro el que me tocaba, pero cuando abrí los ojos lo primero que me dije éste chorrin cómo entro. Fue una milésima de segundo, el perro no se dio cuenta, cuando me paro el ser se fue como desvaneciendo y desapareció”.

Lo relatado por Edgardo Intrieri es un testimonio único que lo compartió con mucha gente interesada en el tema, “esto lo hablé mucho con Minichelli. Es cosa de creer o no, uno no siempre está preparado para esto. Entonces me guarde la información hasta que me fui abriendo y los especialistas me dijeron que era lo último que faltaba, la experiencia del tacto. Además fue en el lapso de 10 años, no fue de un día para el otro, no es que vas a Punta Bermeja y ves a los extraterrestres, pasa una vez cada tanto”, afirmó Edgardo Intrieri.

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