Hace poco un año, los vecinos del barrio San Martín, en Viedma, celebraron por la llegada del asfalto. Era una obra que se esperaba desde hace tiempo y finalmente se llevó adelante, con el aporte de cada frentista, que tuvo que abonar las cuotas correspondientes por esta mejora como se hace en todos lados, no solamente acá.

Sin embargo, y pese a este corto plazo, ya se empezó a romper. De antemano se había aclarado que era un mejoramiento, no el asfalto con el espesor requerido, ya que eso iba a tener un costo mucho más alto para todos. Pero eso no quita que haya enojo porque se están haciendo pozos, en algunos lados está cediendo, y no hay arreglos, solo advertencias con vallas.   

Los reclamos llegan desde Monseñor Borgatti y Pedemonte, donde se hizo un verdadero cráter. Pero, además, cerca de ahí se está rompiendo, el asfalto se está desprendiendo. “Es un asfalto que está hecho nuevo hace muy poco tiempo, y la verdad, que tenga semejante agujero es una cosa de locos”, comentó Sebastián Sánchez.

Por otro lado, indicó que ya hizo el reclamo pertinente, pero su deseo es que vayan a hacer las reparaciones pertinentes para que no se siga deteriorando. “Que alguien haga algo. Asfalto nuevo, carísimo y ya destruido”, remarcó.