UNRN

| 27/03/2023

Hay vida después de los incendios

Una estudiante hizo una simulación y las semillas de especies autóctonas germinaron hasta cierto punto calórico.

Hay vida después de los incendios

El fuego se convirtió en protagonista en la región en el último tiempo y los incendios en la zona fueron noticia durante la temporada estival. Esta perturbación ecológica data desde hace millones de años y es muy común encontrarla en lugares con clima mediterráneo, con veranos muy calurosos y secos.

Es por eso que también existen plantas que están especialmente adaptadas a las llamas. Este fenómeno despertó el interés para la investigación que llevó adelante la flamante Licenciada en Ciencias del Ambiente de la Sede Atlántica de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), Tamara Inostrosa, quien realizó su trabajo final denominado "Germinación post-incendios: el efecto de las altas temperaturas en dos especies representativas del noreste patagónico".

Tamara eligió para su tesis la jarilla y el algarrobo, especias que presentan diferentes tipos de semillas y estrategias de dispersión. Y explicó: "Los ecosistemas de la región son frágiles y presentan una recuperación lenta luego de un disturbio de estas características, sumado a la propia vulnerabilidad de estos ambientes y las acciones antrópicas los hacen más susceptibles a la degradación.

Y agregó: "La región presenta alternancias entre los ciclos húmedos y secos. La presencia de climas extremos que se vienen dando como consecuencia del cambio climático global pueden hacer que aumente la recurrencia de los incendios, tanto de origen natural como antrópico"

Aclaró que esta problemática tiene una relevancia tanto a nivel local, como nacional. Por eso para poder estudiar el impacto que tenían los incendios sobre la germinación de las especies se seleccionaron dos especies representativas de la Patagonia, como lo son la jarilla hembra y el algarrobo dulce.

 

 

"Esta tesis surgió a partir de la pregunta sobre cómo podían afectar los incendios a la germinación de las semillas, ya que en los últimos años fueron mucho más recurrentes en el ámbito local y nacional. Para simular un incendio se colocaron las semillas dentro de una estufa y con diferentes temperaturas, que abarcaron desde los 25°C a 170°C y con tiempos desde los 5 a los 50 minutos. En términos generales se concluyó que la capacidad que van a tener la jarilla y el algarrobo va a depender por ejemplo de la época del año en la que suceda el incendio", contó.

Estas plantas fueron transferidas durante septiembre y noviembre de 2021 y actualmente pueden encontrarse en los acantilados. Hay que destacar que lograron sobrevivir.

"El calor tuvo un efecto positivo en el aumento de la germinación de las semillas hasta cierto punto, porque a una temperatura y tiempo determinado el proceso comenzó a disminuir y llegó a un punto que no finalizó el proceso por el efecto de las altas temperaturas", señaló.

A modo de cierre, dijo: "Durante este trabajo se obtuvieron plantas que fueron transferidas al espacio municipal de valoración del monte, para poblar diferentes sitios de El Cóndor para el proyecto de senderos del monte".

"Estas plantas es posible que presenten una mayor tolerancia al estrés térmico y podría ser una ventaja adaptativa para la especie, por lo que podrían también adaptarse al cambio climático global", concluyó.

 

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