Los vecinos están enojados como consecuencia de la situación que atraviesan en el barrio Guido. La entrada de la escuela primaria N° 308, el jardín de infantes y la comisaría 38° tienen las veredas inundadas.

Varias familias ya hicieron públicas sus molestias en virtud de que los niños que ingresan o egresan de los edificios se ven obligados a esquivar las aguas servidas.

Se indicó que a los establecimientos concurren niños, docentes y Personal de Servicios de Apoyo (PSA), y además “vivimos entre un olor asqueroso”. Algunas personas se han mostrado angustiadas y cansadas de la situación.

También se preguntaron que pasó con el convenio que firmaron la municipalidad capitalina con la empresa concesionaria del servicio de agua potable y cloacas ARSA y el Departamento Provincial de Aguas (DPA).