Un cabezazo y un puñetazo, ante un accidente doméstico
Más allá de los argumentos individuales, y de quien finalmente tuvo la razón original, dos automovilistas encontraron que la forma de dirimir un conflicto, frente a la rotura de un espejo retrovisor, era exponiendo peligrosamente sus físicos. Ocurrió en San Antonio Oeste durante el fin de semana pasado.
El incidente se registró cuando una persona circulaba con su vehículo sobre la intersección de las calles Carlos Alberto Carasale y Lavalle de esa ciudad. En ese instante, otro automovilista comienza a propinarle insultos manifestando que había chocado el espejo retrovisor de su auto.
Nuevamente, el supuesto damnificado, lo cruza minutos más tarde en inmediaciones del edificio de la Prefectura Naval ubicado en calles Brown y Costanera. Allí, ambos descienden de los respectivos rodados , y en ese momento, el autor de la maniobra irregular promete que arreglaría la avería con el seguro correspondiente.
Sin embargo, el afectado por la rotura, en lugar de tomar nota reacciona propinándole un cabezazo en el rostro. Esa violenta acción provocó el sangrado de la nariz. Pese al golpe, el supuesto causante de la rotura, reaccionó devolviendo la violencia con un golpe de puño a la luneta de un Renault Clio, de color gris, que además sufrió el deterioro del espejo.
Aun con la nariz sangrante, el lesionado concurrió a la comisaría 10° de esa ciudad. Radicó una denuncia contando lo ocurrido, tras lo cual las autoridades policiales solicitaron la intervención del fiscal en turno, José Chirinos, de la Primera Circunscripción Judicial.