09/02/2021

Sexología: ¿Por qué tenemos sueños eróticos?

Los sueños sexuales son más comunes de lo que cree. ¿A qué se debe?

Sexología: ¿Por qué tenemos sueños eróticos?

Los sueños y, sobre todo, su interpretación, han despertado siempre la curiosidad de los psicólogos y de todos aquellos que, de una u otra forma, tienen especial interés en el estudio de la mente.

De ahí que haya reflexiones y teorías de todo tipo que, incluso, se multiplican cuando se alude a los conocidos como sueños eróticos.

Una de la primeras explicaciones a los sueños eróticos fue hecha por Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis.

Para él los sueños eran el resultado de las represiones sexuales y destructivas que teníamos durante el día y que se reflejaban mientras dormíamos. Sin embargo, lo que nos explica la ciencia es que los sueños eróticos son una consecuencia de la activación del circuito dopaminérgico mesolímbico-cortical, uno de los responsables del deseo y placer sexual en los seres humanos.

La fase del sueño en la que aparecen fantasías en forma de historias es la llamada fase REM. Todas las fases tienen una función fisiológica importante: reparar el organismo y consolidar funciones cognitivas, como la memoria.

 

 

Por tanto, soñar es algo inevitable, sea cual sea el contenido: pesadillas, sueños eróticos, tener la capacidad de volar, perder los dientes o ser un superhéroe, por ejemplo. Tal y como señala Ana Belén Carmona Rubio, psicóloga y sexóloga de Madrid, “tener sueños eróticos es algo natural: la sexualidad forma parte de nuestra vida, por tanto es lógico que algunos de nuestros sueños tengan este contenido”.

Si indagamos un poco más en por qué tenemos sueños eróticos podemos comprobar que no hay una respuesta única dada la complejidad de los sueños. Silvia Carpallo, sexóloga, periodista y autora del libro "El orgasmo de mi vida", es que a veces los sueños eróticos aparecen en una época de menor frecuencia sexual, “como una forma de buscar ese desahogo, ya que incluso pueden tenerse orgasmos en sueños, tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres”.

Al igual que el resto de sueños, los eróticos no se pueden controlar y cada persona los vive de forma diferente, en general con normalidad e incluso con placer y satisfacción. 

En la literatura encontramos mucha información sobre la interpretación de los sueños y un punto en el que coinciden la mayoría de los autores es que no hay que tomar los sueños al pie de la letra.

 

 

Los sueños o fantasías no necesariamente muestran deseos que una persona quiere llevar a la práctica. A veces se trata de contenidos que sólo son estimulantes porque son imaginados, pero no se busca nada más.

Según el estudio Sleep 2007 de Antonio Zadra, profesor adjunto del departamento de Psicología de la Universidad de Montreal, parece que no hay diferencia por género en cuanto a la cantidad de sueños eróticos, y que esa diferencia está sobre todo en las temáticas.

 

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