01/08/2020

Calles rotas, el mal de la mayoría de los barrios viedmenses

Luego de cada lluvia se forman pozos de gran tamaño, anegamientos y en algunas sectores la transitabilidad es inviable.

Calles rotas, el mal de la mayoría de los barrios viedmenses

Por Fernando Manrique

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Fotos: Eugenio Sicardi.

Hay que calzarse las botas llenas de barro como las que tienen la mayoría de los vecinos viedmenses para entender el drama que viven luego de cada lluvia. El pésimo estado de las calles en la capital rionegrina es uno de los principales problemas estructurales y a más de siete meses de la nueva administración de Pedro Pesatti no hubo avances en la materia.

Hasta el centro de Viedma sufre complicaciones en el tránsito con sectores con pozos de gran profundidad y el asfalto levantado. Pero los peores escenarios se viven en barrios tales como Álvarez Guerrero, 30 de Marzo, Lavalle, 22 de Abril, Santa Clara, Los Fresnos, Jardín, Castello, Zatti y Las Flores, por mencionar sólo algunos.

Hay calles donde el tránsito a pie es una misión imposible tras las precipitaciones e incluso no pueden ir ni los taxis porque se encajan en lo que parecen trampas hechas de barro.

De hecho, hace poco más de una semana un vehículo del cuartel de bomberos quedó atascado entre las calles 103 y 112 del Álvarez Guerrero, cuando acudía al incendio de una casilla. La viedma integrada que procura el nuevo gobierno se ve desconectada con el estado de las calles, pues un vecino del popularmente conocido Loteo Silva se ve imposibilitado de salir de su casa a trabajar, no sin antes llenarse de barro hasta el cuello.

Un tormento por las tormentas

Los concejales Luciano Ruiz y Zulma Romero, del Frente de Todos, presentaron un proyecto de comunicación para solicitarle al Ejecutivo Municipal el urgente arreglo y mantenimiento de las calles de ripio en los barrios de Viedma. El mismo no fue aprobado por falta de aval de los demás ediles. El objetivo principal era destinar más recursos en el 60 por ciento de las calles de la ciudad que son de ripio.

En sus consideraciones, se planteó: "El paisaje de calles anegadas, barro, pozos y veredas repletas de aguas estancadas aparecen con los primeros milímetros de precipitaciones" por lo cual "estas circunstancias dificultan la libre circulación" y hay barrios hasta donde no pueden concurrir ambulancias.

"Desatender el mantenimiento de calles de tierra o ripio que encuentran en mayor número a medida que nos alejamos del radio céntrico, no hace más que profundizar las diferencias e inequidades entre vecinos y transforma en un tormento las primeras gotas de lluvia" señalaron.

Indicaron asimismo: "El reclamo es constante, la queja es legítima, los problemas de transitabilidad existen y se multiplican. La paciencia de los vecinos ha sido considerable" marcaron.

 

Las calles como Irak

Dialogamos con el concejal Ruiz y expresó sobre este proyecto: “Lo único que le pedimos al intendente, porque nos acusan de delatores de la política y de demagogos, es que priorice el arreglo de las calles de tierra y de ripio. Ni siquiera le salimos a la chicana con que había prometido 150 cuadras de asfalto este año y no hizo ni una, porque entendemos que estamos en una situación compleja e inédita. Pero el intendente con los decretos que ha armado, al adherirse a la emergencia nacional y provincial, tiene libre disponibilidad de los recursos y puede volcar un poco más a las calles para darle un poco más de dinamismo a los arreglos”.

Aclaró que no es “una chicana política de pedirle cosas que no se pueden pedir”, al tiempo que contó que se juntó un centenar de firmas de vecinos del barrio Álvarez Guerrero.

Explicó además: “Yo pasé hace pocos días a visitar a un compañero en las calles Sierra Colorada y Jacobacci y es tremenda. En todos los barrios hay un deterioro. En el barrio Las Flores parece que estás en Irak cuando los bombardeó Estados Unidos".

"Hicimos la comunicación hasta para que la sientan como un aval de que si tienen que poner más guita la oposición les está diciendo que la cosa va por acá, creo que el oficialismo equivoca el camino rechazando por rechazar algo" remarcó y completó:  "Hay un dato de la realidad, las calles están rotas y si el intendente hoy quisiera volcar el doble, el triple, el cuádruple o el quíntuple de los recursos para arreglar las calles lo pueden hacer, porque la plata que estaba proyectada para hacer 150 cuadras de asfalto no la están usando y pueden destinar un pedacito de esa plata para las calles de ripio".

Pedido de tiempo

Desde Juntos Somos Río Negro, en línea con el discurso de asunción de Pesatti, se marca que el problema es centralmente por la desinversión de la gestión anterior y que hoy es un tema a resolver con los tiempos que no son los tiempos de los vecinos.

Pedro Bichara, edil oficialista, precisó al respecto: "El estado de las calles no es nada nuevo, si vos repasas es el gran problema estructural de Viedma", a la vez que acusó el proyecto de comunicación de Ruiz y Romero como un planteo artero.

“Esto es como que Fernando Iglesias y todos los muchachos del PRO le digan a los diputados del peronismo que Alberto Fernández arregle las rutas. Nosotros dijimos que le corresponde al municipio arreglar las calles y no necesitamos un proyecto de comunicación, el intendente no necesita que ni los concejales propios ni ajenos le digan que hay que arreglar las calles” ejemplificó.

 Bichara enfatizó: “Los concejales rechazamos el proyecto de comunicación porque era una obviedad que era una chicana política barata. Eso no ayuda, es simplemente reforzar el malestar de la gente ante un hecho que es real, que es concreto, ¿quién va a negar que las calles están hechas pelotas? Hay mucha deslealtad política, eso no se hace, menos en este momento".

Y aunque hay tareas a largo plazo, recalcó que "hay emergentes que hay que resolver inmediatamente. De hecho, se venía trabajando antes de la lluvia en Los Fresnos, San Roque, Don Bosco, Santa Clara, Jardín, Álvarez Guerrero, Lavalle, Mi Bandera, el mantenimiento del Parque Vial, parte de la Costanera de El Cóndor. Pero hay un problema estructural que no se resuelve de un día para el otro. Entiendo que tiene que ser una de las prioridades del municipio resolver esto, pero yo invito a la gente a que repase las portadas de los medios desde el 2005 hasta la fecha y siempre el problema fue que después de la lluvia hay pozos en las calles de ripio”.

“Nosotros estamos hace siete meses, en el medio con una pandemia y la mitad de los empleados que recién se están reincorporando ahora y capaz que no alcanza. Tenemos que hacer una autocrítica, pero es muy desleal plantear que no estamos haciendo nada" citó.

Sin inversiones desde Rosso

Por su parte, la concejala de Juntos por el Cambio, Roberta Scavo advirtió que este es “un reclamo histórico, hacen falta obras desde hace bastante, no es de ahora” y mencionó que en los últimos pasó por la calle 109 del Loteo Silva “y casi me quedó con el auto, de lado a lado era imposible circular por allí”.

Amplió: "Se genera un malestar en los vecinos y es lógico que esto suceda porque a nadie le gusta vivir en estas condiciones. Además, ahí la calle quedó como en un pozo, sí o sí hay que tirar macadán o ver qué se hace desde Obras Públicas porque hay un desnivel importante en esa arteria y es una calle de gran circulación".

Silbana Cullumilla, quien hoy es una edil oficialista pero supo estar en la vereda contraria del Ejecutivo, manifestó: "Todas las calles en donde no hay asfalto están bastante complicadas porque y cada vez que llevamos más de veinte días de lluvia no da tiempo a poder repasarlas y se hace un barro permanente. Después tenemos las calles de asfalto donde también estamos complicados en algunos sectores con desniveles o roturas por distintas obras que se han hecho y no se ha reemplazado el pavimento. Y hay otras calles de pavimento que han tenido su último mantenimiento en la intendencia de Eduardo Rosso (1989-1995)”.

Sobre el caso de su barrio, las 1016 Viviendas, enumeró complicaciones en las calles Dorrego, Las Heras y Estados Unidos que tienen “terribles pozos” y determinó: “Son obras que se tendrían que haber hecho desde hace muchísimo tiempo”.

Sin dudas, el diagnóstico de que las calles están rotas ya es de hace muchos años, lo que resta es un tratamiento serio y con la medicina más adecuada. La premisa de una Viedma integrada también requiere calles en igual condición que las de mejor transitabilidad de nuestro centro.

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