25/07/2020

Anyela Cuéllar, una vida llena de historias

La docente y cuentacuentos colombiana que vive desde hace 26 años en Viedma, nos cuenta su historia en primera persona

Anyela Cuéllar, una vida llena de historias

 

“Según mi papá quería ponerme Ángela con g y se equivocaron en la anotación así que soy Anyela Cuéllar” nos comenta al comenzar la conversación esta docente y cuenta cuentos colombiana que  llegó a Argentina en 1994 y desde ese momento adoptó este país como su hogar. Casada con un argentino que conoció en sus años universitarios, es una persona entusiasta pero sobre todo creativa, que por amor decidió emprender el viaje para hacer una nueva vida lejos de sus costumbres, sabores, familia, amigos, y clima caribeño. 

 

Realismo mágico

No es en vano cuando el referente de este género literario es el colombiano Gabriel García Márquez y es que entre la realidad y lo místico se pasea la vida de muchas personas en otras latitudes “bueno me gusta esas cosas esotéricas ¿no?,  y leer las cartas y una mística me había leído la mano me dijo que podía tener un viaje larguísimo y conocer a un hombre y tener dos hijos,  y yo esperaba ese momento, tenía como 20 -  21 años. Y apareció este hombre ahí a los 22 años tenía yo y dije ¿será este que viene de lejos? y ¿será que me voy con él o algo?.  Y se dio la oportunidad de hablar con él, yo estudiaba muchísimo, vivía prácticamente en la universidad,  iba a coro, teatro, hacíamos muchas actividades culturales y ahí lo conocí a este muchacho vendiendo artesanías, que además era periodista.  Nos conocimos, nos enamoramos y me propuso irme con él y yo dije que sí así de una sin pensar, pero bueno...ahora sí lo pienso, no me arrepiento para nada.

 

-¿Cómo fue ese proceso?

-Creo yo que es la primera fase de desprendimiento cuando tú decidas irte, porque en realidad el hecho de visualizar a ver adónde vas no lo sabía muy bien. A dónde iba no se podía llevar muchas cosas entonces que elegir el resguardo.

 

 

Avanzar en el mapa

El viaje incluyó recorridos por carretera, atravesar la Guajira, pasaron por Venezuela, también “nos embarcamos en un barco de carga por el río Amazonas, compramos hamacas paraguayas y eso fue un viaje hermosísimo” con tormenta incluída. De ahí conectaron a Manaos, con ayuda de la familia de su esposo coordinaron vuelo hasta la capital argentina. De ahí los invitaron a pasar un fin de semana en Viedma “ caminamos por la Costanera, en esa época el río estaba lleno de juncos, no se veía como ahora todo despejado”.

 

“Él me dijo ¿y si nos venimos a vivir acá? y yo le dije que sí, porque si yo me había ido de tan lejos, ahora ¡mira la Patagonia!. Como a los 3 meses decidimos hacer una mudanza, compramos un taxi. En esa época me acuerdo que en el 95 el primer invierno fue 17 grados bajo cero, hizo frío como nunca había hecho. Tuve muchos problemas respiratorios, además de haber sido asmática de niña y actualmente sigo trabajando mucho la respiración, la voz”.

 


 

La adaptación en tiempos sin redes sociales

En ese momento la comunicación era distinta, no existían los celulares, y había que irse hasta un locutorio para hacer una llamada de larga distancia que por lo general tenían un costo muy alto “cuando yo le comuniqué a mi familia que había llegado a Viedma lo tuvieron que buscar en un mapa para ver dónde quedaba. Estaban todos admirados porque había llegado a la Patagonia”.

 

La adaptación también incluyó algunos cambios como por ejemplo cambiar las palabras que usaba en su país por otros términos nuevos que se usaban acá, para hacer la comunicación más efectiva “ yo conseguí un trabajo en un jardín privado y empecé ahí, eso me ayudó bastante”

 

El arte de la palabra

“Algo que que me dio el trabajo y el encuentro con la gente el poder contar, porque me gusta contar cuentos, narrar y todo lo que tiene que ver con esa cosa interna. La narración me dio eso de tener una voz para decir y el trabajo con la voz, el descubrimiento de mi propia voz, el trabajo con la respiración, es un proceso precioso emocional psicológico que despierta después en lo que hago. 

 

-¿Cómo conviven las 2 culturas en tu casa?

-Mis hijos tienen muchas cosas colombianas, les gusta mucho ir a Colombia, les gusta comer arepas, plátano, les fascina que yo les haga esas preparaciones y después bailamos salsa, merengue, Cumbia Colombiana. Bailamos mucho en casa porque acá ( en Argentina). Desde la música también un poco de las de los dos lados, de parte mi marido tienen mucho el rock también. Y cositas que tenemos del lenguaje corporal que en lugar de señalar con los ojos,  señalas con la boca, mis hijos lo tienen incorporado.

 

 

Lugar y hogar

Hablar de Anyella Cuéllar en la Comarca Viedma Patagones es hablar de una persona que pone su creatividad al servicio de las infancias,  que se integró a una sociedad con todo lo que tiene para ofrecerle y ella también regresando con su trabajo lo recibido, porque la construcción es entre todos. Con una familia y afectos entre Argentina - Colombia, comparte con gusto su identidad, sus costumbres, junto con la alegría propia que viene con la sangre caribeña.

 

De manera comprometida además de trabajar en la municipalidad como docente, también tiene proyectos paralelos que involucran música infantil, cuenta cuentos, realización de obras de teatro y recientemente en plena cuarentena relanzó su Canal de YouTube en el que se pueden encontrar contenidos para toda la familia, en el que también cuenta con invitados especiales. 

 

Para seguir su trabajo en Instagram: @anyelacuellarcuentera , Youtube: Vuelan Cuentos Anyela

 

Por: Leomarys Ñañe

Fotos: Vanesa Schwemmler

 

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