17/01/2020

El sistema de desagüe pluvial requiere de cambios sustanciales

El sistema existente en la ciudad, tiene un poder de desagote de entre 11 y 22 milímetros por hora; pero un milimetraje mayor a esa capacidad, impide la evacuación continua y fluida

El sistema de desagüe pluvial requiere de cambios sustanciales

Las fuertes precipitaciones que se registraron en la región el pasado día lunes evidenciaron, una vez más, que el sistema de desagüe pluvial de la capital rionegrina requiere de cambios sustanciales para su correcto funcionamiento.

Estos cambios no sólo van de la mano de fuertes inversiones para modificar estructuras que no responden a la demanda actual de la ciudad, sino también de la toma de conciencia para que los cambios lleguen a partir del comportamiento de las personas.

En este sentido, ha quedado comprobado una vez el gigantesco caudal de basura que llega a las estaciones y susbestaciones de bombeo, generando complicaciones para el escurrimiento de las aguas de lluvia y colapsando el trabajo de las bombas. Estos residuos no solo llegan por las bocas de tormenta. Tambien hay quienes directamente arrojan basura en las estaciones.

El domingo previo a la crisis climática, las lluvias habían sido de menor intensidad, pero el día lunes llovió en un lapso muy corto de tiempo una cantidad tal que por diversos factores, género serios dramas en prácticamente toda la localidad.

Teniendo en cuenta que estas poderosas precipitaciones parecen responder a causas propias del calentamiento global, no sería absurdo sostener que se pueden repetir en el tiempo, y que es necesario proyectar la ciudad para que tenga mayor capacidad de drenaje de las aguas de lluvia.

El sistema pluvial existente en la ciudad, tiene un poder de desagote de entre 11 y 22 milímetros por hora; pero un milimetraje mayor a esa capacidad, impide la evacuación continua y fluida.

El sistema existente en la ciudad, tiene un poder de desagote de entre 11 y 22 milímetros por hora; pero un milimetraje mayor a esa capacidad, impide la evacuación continua y fluida

Situaciones como estas observadas anteriormente demuestran que cuando ha llovido en mayor proporción a la capacidad de drenaje, varios barrios se han inundado, pero una vez que la lluvia cesó, en cuestión de minutos retorna la normalidad.

Sin embargo, las complicaciones observadas el pasado día lunes responden a una serie de factores que complejizaron aún más la situación: cortes de energía por deficiencias en las estaciones de bombeo, y las rejas colocadas recientemente para evitar el paso de residuos sólidos hacia el curso del río profundizaron aun más la crisis.

“Advertimos que las rejas que detienen la basura -que llega por los ramales pluviales-, aunque seguramente fueron colocadas con buena voluntad, no son una solución, e incluso generan un tapón que colabora en el colapso del sistema, como nos contaron los propios trabajadores y técnicos”, había expresado el intendente Pedro Pesatti.

Precisamente, desde el gobierno que encabeza Pesatti inmediatamente acusó la situación a un proceso de desinversión que lleva años. El secretario de Planeamiento Urbano, Obras y Servicios Públicos de Viedma, Gastón Renda indicó que "el estado del sistema de desagües pluviales de la ciudad está colapsado, con falta de mantenimiento y desinversión sistemática".

El funcionario agregó que a todo esto se suma un factor de orden cultural sumamente grave "que es la relación de los vecinos con el cuidado del ambiente, la ciudad y la basura" y añadió que "los sistemas pluviales colapsan cargados de residuos".

Renda informó que algo más de un tercio de las bombas del sistema están rotas o funcionando deficientemente y que la mayor parte del sistema troncal data de "algo más de 30 años, cuando el Entecap financió las obras y Viedma tenía la mitad de la población que tiene hoy".

La geografía del lugar como factor negativo

Las lluvias azotaron de igual manera a la ciudad de Viedma y a la de Patagones, pero las consecuencias son de enormes diferencias.

En la vecina ciudad, la calidad del suelo permite una absorción diferente, además, las pendientes hacen que las aguas escurran naturalmente al río, sin tener que acudir a mecanismos artificiales.

En Viedma, todo lo contrario. El suelo gredoso hace que el material rodante no cuente con estabilidad y perjudica el normal tránsito en las calles de ripio. Además, no es posible evacuar las aguas si no es a partir de la utilización de bombas eléctricas.

No solo eso. Hasta la década de 1930, la ciudad de Viedma crecía dentro de un anillo de agua. La recordada y nostálgica Laguna El Juncal aterrorizaba a los pobladores cada vez que el río venía con mayor caudal de agua, producto de las lluvias de la cordillera.

La laguna se secó naturalmente por la intervención del hombre en los zanjones que la alimentaban, dejando una profunda depresión en sectores, 80 años después, poblados.

Se produjo lo que popularmente se denomina “ciudad palangana”, imposibilitando el drenaje natural y escurrimiento por gravitación de los pluviales.

Plan director

En mayo del año pasado, el ex intendente José Luis Foulkes junto a su secretario de Obras Públicas Mario Castro, confirmó desde Buenos Aires la realización del Plan Director de Desagües Pluviales para Viedma.

El estudio permitiría establecer las definiciones de las obras necesarias para incorporar al sistema de evacuación pluvial, todas las nuevas zonas en las cuales está creciendo la ciudad; y la búsqueda del financiamiento para poder ejecutar esas obras.

En fin, la solución no es más que la llegada de inversiones, a las que el actual gobierno municipal está gestionando, porque los costos son imposibles de sostener con el presupuesto municipal.

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