Pocho León: cantautor viedmense que lleva al río en sus historias

El río, el mate y la guitarra. El folklore, las letras y la canción. Estamos ante un artista que a donde va traslada la esencia del río, el viento de la Comarca y la identidad rionegrina. Melodías trovadoras le sembraron la inquietud por componer canciones, junto a la sensibilidad para explorar las raíces del folklore argentino y latinoamericano.

En esta edición de Musas, en modo vacaciones, nos tomamos unos mates con Pocho León, el cantautor que afirma tener dos bases: Viedma y Buenos Aires, el que sueña con tocar en el escenario más importante del folklore nacional para seguir sumando a la música con identidad  patagónica.

-¿Cuál es la búsqueda de Pocho León con su música?

-La búsqueda de nuevos horizontes, de nuevos aprendizajes, de nuevos caminos. La música pareciera que no termina. Las personas transitamos sólo momentos.

-¿Qué música se escuchaba en tu casa?

-Escuchaban desde Silvio Rodríguez a León Gieco, a los trovadores, Los Chachaleros, principalmente música popular, en castellano. No había música en inglés, eso lo descubrí después, más de adolescente e investigando por mi mismo camino.

- ¿Qué te conecta a este tipo de artistas que incluís en tu música?

- Son mis referentes, los que me mostraron mi camino musical, un camino de lo que a uno lo atraviesa. Yo escucho a Silvio Rodríguez y me siento muy identificado con un montón de cosas, lo mismo con Gieco, son los que me empujaron a componer mis primeras canciones. Hoy los escucho y me sigue pasando lo mismo desde la primera vez que los oí.

-¿Siempre con la guitarra ó exploraste otro instrumento? 

-La guitarra es el instrumento que más estudié, el primero que aprendí. Hice unos años en la Escuela de Música Popular de Avellaneda, en Buenos Aires. Después estudié con profesores como Pedro Rossi, Roberto Calvo, que es un gran guitarrista de música popular, esos fueron los dos profesores con los que más aprendí, y la carrera del profesorado de música que todavía la estoy haciendo.

-¿Cómo trabajás la construcción de atmósferas que lográs en tus canciones?

- Para mí el camino comienza donde estamos parados ahora: El Puente Viejo, hacia el último cauce del Río Negro, donde cada lugar tiene un diferente paisaje en cada parte del río. En esta en particular fue donde yo me crié y es el camino hacia el mar con esos 30 km que quedan. Es como un paseo que el río te vaya contando historias. 

¿Cuáles son los ejes en los que te parás para comunicar lo que hacés?

La naturaleza, la tierra, la defensa de la tierra, y lo que refleja las luchas de la tierra. La música pasa por las experiencias, por viajar mucho, por ver realidades, por escuchar historias que llegan a pocos lugares, yo creo que esos son mis ejes.

- ¿Qué te llevó a Buenos Aires? 

- Desde hace 15 años estoy en Capital, con mis escapadas a Viedma y vueltas cortitas, con viajes largos por el país y al exterior. Tengo dos bases: Viedma y Buenos aires, son mis dos hogares en este momento, mis dos ciudades.  A Buenos Aires fui en esta búsqueda de aprender, es una ciudad muy importante en el mundo, tiene una diversidad de culturas que hasta el día de hoy no descubrí por completo. Es un potencial enorme que hay que aprovechar para aprender. 

-¿Costó mucho integrarse al circuito musical porteño?

- Llevó su tiempo. Empecé insertandome con la música popular, pero terminé tocando en una banda de pop, después en una de rock, toqué tango, cumbia, esas fueron las formaciones por las que fui pasando, y recién folklore a los 7 años de estar en Buenos Aires. Empecé a tocar con un dúo y después a los 2 años, comencé con guitarra solista.  Por ahí me costó un poco el ritmo de la ciudad. Acá por otras cosas pareciera que sobra el tiempo, y en Buenos Aires te pasa un día veloz. Ese paseo por varios géneros me nutrió muchísimo como músico. 

En ese ir y venir Viedma - Buenos Aires ¿cómo ves la movida musical actual en la Comarca?

Acá en Viedma es cada vez más impresionante, cada vez más músicos, y músicas. Yo soy solista, tengo mi banda en Buenos Aires fija.  Cuando vengo y armo mi banda con músicos de acá, es increíble. Más allá de saber a quien elijo, también es una cuestión de amistad, acá nos conocemos todos y todas. Hay muchos proyectos musicales, siempre somos más o menos el mismo público que asiste a todos los espectáculos y eso ya genera como una familia.

¿Cuál es tu proyección del contexto artístico local?

Acá hay muchos artistas jóvenes, de 15 y 16 años, que están inspirados, comenzamos a ver sus canciones nuevas, o alguna obra de teatro y la verdad está buenísimo porque son generaciones que van a seguir. Esto sigue y está creciendo cada vez más, la verdad me siento muy bien con esta ciudad, y ser una parte del eslabón más de la cultura  de Viedma. Quisiera agradecer a toda esta naturaleza, el río y toda esta ciudad sirve de inspiración para el arte.

¿Qué es lo que más disfrutás en un día? 

A mi me hace muy feliz ensayar. También tengo días estructurados en Buenos Aires, creo que no escapás de eso. Vivo de la música, soy docente también. Dentro de toda la vorágine me permito 2 o 3 días para ensayar y componer, leer, no es ocio ( porque se le confunde con el ocio). Para uno tener canciones, ideas y proyectar a una gira, necesita la inspiración , salir a caminar, eso me nutre bastante. Si bien he luchado con los prejuicios internos de “eh, vete a laburar, el músico vago” ya hoy tengo cierta edad en la que entendí que no es un ocio ni vagancia,  sino que es producción. Y así salieron grandes giras. 

¿Cuándo se viene un nuevo disco?

A final de febrero y principio de marzo de este año grabamos en Estudio ION, es el estudio donde se grabó lo más importante de la música argentina, “El amor después del amor”, también referentes del tango, del folklore. El disco tendrá la producción artística de Manuel Espinosa y Leo Villagra, un músico tucumano.

¿De qué irá este material?

Se llamará “Nehuen”, que significa fuerza y seguimos hablando del río, será un disco más folklórico que “Río de Historias”, que era más de canciones. En este albúm serán canciones fuertes, donde hay historias un poco más duras pero también desde el amor.

¿Algún género musical predominante?

Yo me presento mucho en peñas folklóricas, entonces decidí hacer mis propias chacareras y mis propias zambas que hablen siempre de la identidad del río. Por ahora seguimos en ese lugar. Va a ser un disco con invitados muy grosos, que ya se van a ir enterando. 

¿Dónde te gustaría tocar y con quién? 

Me gustaría estar con los referentes que me han hecho crecer como músico, tenerlos cerca. Tener esas canciones con las cuales yo aprendí música, con los propios autores. Un lugar para tocar, Cosquin es un lindo escenario. Si bien representa algunas cosas con las que no estoy de acuerdo de la música comercial, es uno de los escenarios más importantes del folklore en latinoamérica de la música argentina. Sí, sería muy lindo tocar en Cosquin, sería un lindo sueño

¿Cuándo es tu próxima gira?

Ahora en Mayo me voy 2 o 3 meses de gira nacional con Manuel Espinosa, vamos a juntar canciones y a contar las historias de acá de Viedma. Visitaremos Santa Fe, Córdoba, Chaco, Jujuy, Mendoza, Tucumán, quizá crucemos a Bolivia, a Uruguay, Paraguay, se viene La Gran Gira 2020. 

Comienzo de año y de década ¿Cómo ves tu trayectoria?

Cada año se aprende algo distintos, siento que no me estanco nunca. En cada año que va pasando también siento una devolución artística que me lleva a cosas nuevas. Me encanta ese vértigo de lo nuevo, de no sé para dónde vamos ahora, eso me encanta, es mi forma de vivir. Me gusta que cada año sea distinto, entonces busco cada año a ver qué ofrece. 

Fotos: Vanesa Schwemmler