22/11/2019

La Virgen que acompañó a los soldados en Malvinas pasó por Viedma

Esta imagen fue restituida por Gran Bretaña a Argentina y llegó al país el pasado 3 de noviembre.

La Virgen que acompañó a los soldados en Malvinas pasó por Viedma

Una importante movilización de fieles y cercanos a la causa Malvinas generó el paso por la ciudad de la imagen de la Virgen de Luján, que acompañó a los soldados argentinos en la heroica defensa de la soberanía de la Patria acaecida en el frío otoño de 1982.


Esta imagen fue restituida por Gran Bretaña a Argentina y llegó al país el pasado 3 de noviembre.


Este jueves hizo su paso por la ciudad, en el marco de la recorrida que emprendió desde su recuperación.


Muchas personas se acercaron a cada una de las recorridas, que incluyen un breve y emotivo acto en la plazoleta Islas Malvinas, ubicada en la intersección de las avenidas Caseros, Perón y Giachino,. donde se erige un monumento en honor a los héroes y a los veteranos.


Precisamente fueron los ex combatientes que habitan la ciudad quienes en todo momento acompañaron el evento.


Después se dirigió a la sede de la Catedral, donde pudo ser venerada; y a la noche, se efectuó allí mismo el emotivo concierto del Dúo de Vientos de Filarmónica de Río Negro. 


Antes hubo una procesión en torno a la Virgen de Luján recuperada por los argentinos.


El viernes continúan las actividades. La imagen de la Virgen emprenderá camino hacia el balneario El Cóndor, hacia el Memorial Malvinas; y después en la sede de la capilla Stella Maris del balneario. 


Este sábado está previsto el paso por la vecina ciudad de Carmen de Patagones para continuar la recorrida por el resto del país.


Algo de historia


El 9 de abril de 1982, siete días después del desembarco militar en las Islas Malvinas, salió del continente una escultura venerada de 38 centímetros construida a base de arcilla cocida. Pasaron 37 años: la imagen de la Virgen de Luján que acompañó a los soldados argentinos durante la guerra regresó al país, a las seis de la mañana, en un vuelo directo del Aeropuerto Internacional Leonardo Da Vinci-Fiumicino, de Roma.


Su paradero parecía desconocido. Cuando finalizó la guerra, la Virgen de Luján enviada para proteger a los soldados argentinos durante el conflicto bélico, se entronizó en la ventana oriental de la Catedral de San Miguel y San Jorge de Aldershot, en el condado de Hampshire, sede del obispado castrense británico, a través de la gestión del monseñor Dan Spraggon, dado que en la parroquia Saint Mary de las Islas Malvinas, donde permaneció a resguardo durante la guerra, había dos imágenes: unos turistas argentinos ya habían dejado una imagen décadas atrás.

“Esta imagen ha sido mirada y contemplada por nuestros soldados. Muchos seguramente le pedían que nos ayude en esta vida y en esa guerra que estaban teniendo. Tenemos la gracia de tener a ex combatientes aquí y a otros María los ayudó al tránsito a la vida eterna”, había dicho Monseñor Santiago Olivera, obispo castrense de Argentina.

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