Una situación entre desesperante y heroica se dio este fin de semana en la Comisaría de 59 de Viedma. Transcurría una jornada normal dentro de la dependencia cuando alrededor de las 21 ingresó una pareja corriendo, a los gritos, pidiendo ayuda.   

El primero en entrar fue un hombre, papá de un nene de uso 3 años en brazo que no respiraba. Lo dejó en el mostrador ya desvanecido. Cuando el sargento Epul y los oficiales Ibáñez y Luna le preguntaron que se había pasado, contó que se había atorado con un alimento y su propio vómito.

Los tres uniformados actuaron con rapidez, uno tranquilizando a la familia, y los otros llamaron a la ambulancia y le hicieron los primeros auxilios al nene, maniobras de RSP. Por fortuna el chiquito pudo expulsar lo que tenía atragantado y lentamente empezó a volver en sí.

En ese instante llegó el SIARME, con el nene ya visiblemente en buen estado. De todas maneras, y luego de la tranquilidad de los presentes, se lo llevaron al Hospital Zatti para una examinación más exhaustiva.