7.8ºc 
MUERTES EN LA RUTA 250
| 02/05/2024Padilla Ibáñez tuvo una segunda derrota en instancia judicial
La mujer lloró ante una jueza de garantías, quien declaró impreciso un recurso de habeas corpus por su situación de detención en la cárcel de Viedma. Seguirá presa.
“Todas las mañanas suelo orar por esos padres que desgraciadamente tuvieron el accidente conmigo. Me pongo en su lugar. Si yo estoy preocupada porque no sé si mi hijo come todos los días pienso como estarán ellos que ya no los tienen”. Por primera vez desde su detención, Liliana Padilla Ibáñez se refirió hoy en los tribunales capitalinos a la tragedia ocurrida en la noche del domingo 17 de marzo sobre la ruta provincial 250 en la que perdieron la vida los hermanos Juan Cruz de 28 años y Tomás Andrade de 11 junto a la abuela de ambos Martha de 75.
Por este hecho la mujer de 38 años que se dedica a la compra y venta de cebollas se encuentra detenida desde el 20 de marzo bajo la imputación de “homicidio culposo” por la existencia de tres víctimas fatales y por las “lesiones leves” sufridas por el conductor de la Renault Duster, padre e hijo de quienes perdieron la vida. En el momento del hecho este vehículo circulaba en dirección a Viedma y la camioneta que manejaba la imputada a Conesa.
Por la mañana, el juez de Juicio Ignacio Gandolfi dispuso que Liliana Esther Padilla Ibáñez continúe detenida en el marco de la revisión de autos procesales bajo el argumento de que podría estar agraviando a la imputada. El magistrado rechazó durante la sesión concretada en el Auditorio del Poder Judicial en Viedma la pretensión del abogado defensor Juan Pablo Merlo, quien había pedido su liberación.
A continuación se concretó una segunda audiencia vinculada con la presentación de un recurso de habeas corpus (derecho del ciudadano detenido o preso a comparecer inmediata y públicamente ante un juez o tribunal para que, oyéndolo, resuelva si su arresto fue o no legal, y si debe levantarse o mantenerse) ante una presentación de la defensa por las condiciones de su detención.
“Me siento muy dolida por esos padres”, aseguró Padilla ante la segunda jueza de Garantías actuante, Georgina Amaro, sin poder contener el llanto que generó un cuarto intermedio en la segunda audiencia de ayer en la que fue declarado abstracto (quedó en la nada) el habeas corpus presentado por la defensa por las condiciones de detención en las que se encuentra la mujer en el penal provincial de Viedma. En silencio pero sin poder disimular el dolor en sus rostros dos mujeres escucharon el desarrollo de la primera audiencia que se extendió por más de dos horas. Una de ellas sería la mamá de una de las víctimas.
En este sentido, denunció que en el penal sufrió el robo de su ropa, celular, amenazas y actitudes discriminatorias por su origen boliviano. “Yo no quiero vivir así” y al referirse al calificativo de “asesina” con el que se dirigen a ella otras internas aseguró que “nunca fue mi intención hacerle daño a nadie”.
Dio como ejemplo de la situación el reciente pedido del celular de parte de una interna, quien luego en lugar de devolvérselo se lo pasó a otro interno del pabellón aledaño bajo la advertía “callate la boca boliviana. Te voy a cagar matando”, al tiempo que afilaba un cuchillo en la pared.
Padilla dijo ser madre soltera y único sostén de su hijo de 18 años y sentirse en permanente amenaza. De todas maneras admitió que tras ese planteo las autoridades del penal decidieron una reubicación de las siete internas del pabellón femenino y que ahora se siente más segura.
Ante esta situación y quedar certificado que el planteo presentado por el abogado Juan Pablo Merlo no se vincula con el servicio del penal sino a la convivencia entre las internas, el recurso fue considerado “abstracto” por la magistrada.
Durante las dos audiencias, en la parte acusatoria estuvieron presentes Yanina Estela y el abogado querellante Damián Torres, en representación de la familia Andrade, víctimas del accidente ocurrido muy cerca de la bifurcación de las rutas 250 y 3.
