Tensión en Gran Hermano tras una broma que desencadena una venganza feroz

La convivencia en la casa de Gran Hermano está llegando a un punto crítico con la escalada de tensiones entre los participantes. En esta ocasión, la protagonista de la discordia fue Coti Romero, quien se vio enojada y ofendida por una broma por parte de su compañera Furia.

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Desde la entrada de la joven correntina al programa, Furia no ha dejado de molestar y jugarle malas pasadas a Coti, y esta vez no fue la excepción. La participante decidió tomar el muñeco de peluche con el que Coti duerme cada noche y, en medio de una broma, lo colgó en la pared de la habitación de las chicas.

La reacción de Coti fue explosiva. Al ver su objeto preciado en aquellas condiciones, decidió tomar venganza de la peor forma posible: llevándose el peluche de Furia, conocido como La Cariños, y dejándolo en la puerta de la casa como una advertencia de que su compañera pronto será expulsada del programa.

La situación tomó un giro escalofriante cuando se descubrió que, durante el proceso de venganza, La Cariños fue decapitada. Esto generó un escándalo entre los espectadores del programa, quienes exigieron la expulsión de Coti por el daño causado al peluche de Furia.

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Mientras tanto, en el interior de la casa, los demás participantes se encontraban perplejos ante lo sucedido. La concursante Juliana, conocida como Furia, gritaba desesperadamente en el jardín mientras sostenía la cabeza del ex peluche. La tensión era palpable.

Bautista trató de arreglar el peluche en vano, pero Furia logró unir las partes del muñeco con una cinta roja, revelando su perseverancia y apego sentimental al objeto. Por su parte, Coti no se mostró arrepentida por sus acciones y lanzó una frase polémica e inquietante: "Las macumbas funcionan".

La situación en la casa de Gran Hermano se volvió aún más tensa luego de esta broma cruel de Furia y la venganza despiadada de Coti. El enfrentamiento entre las participantes continúa creciendo, y los espectadores están ávidos de saber qué sucederá en los episodios venideros.

En definitiva, la casa de Gran Hermano se ha transformado en un verdadero campo de batalla, donde ni los objetos más queridos están a salvo de las bromas de mal gusto. Esta vez, una broma desató la ira de Coti Romero y desató una serie de acontecimientos que prometen más enfrentamientos y tensiones en lo que resta del programa.