En el inicio de esta semana, un vecino de Viedma vivió una situación angustiante. En realidad, fueron varios los que atravesaron lo mismo, pero él decidió exteriorizarlo. Tiene que ver con la delincuencia, con los episodios de agresividad que se replican a diario, y que van en aumento. No es la primera vez que atraviesa algo como esto, y la rabia y el miedo son sentimientos que se entrelazan en su pecho.

Se trata de Sergio Passarelli, quien relató lo vivido el lunes 8 en la calle Belgrano, en las inmediaciones de un supermercado de la ciudad, al que fue con su hija. Estaba llegando, cuando de repente vio a un montón de chicos -cree que entre ellos había dos mayores- corriendo a dos personas que serían padre e hijo. 

“Entre el atropello, corridas, golpes, piedras que volaban alrededor nuestro, lo único que intento hacer en el momento es abrazar a mi hija...como escudo, porque no sabes de dónde van a venir los golpes”, comenzó. 

Luego, cuando ya estaba en el estacionamiento, contó que el inconveniente mayor se generó en el ingreso a La Coope. “Se escuchan que golpean las puertas de emergencia, se la agarran con el personal de seguridad, empezaron a tirar piedras adentro del estacionamiento, a los vehículos. Todo para sacar a una persona que estaba adentro, y al hijo”.

A continuación, el revuelo, ya que los clientes quisieron abandonar el lugar rápidamente, el estacionamiento se llenó de gente queriendo irse por donde sea, hasta en contramano, y por eso el miedo latente por un posible accidente. Remarcó que el personal policial llegó rápido y eso llevó a que no pase a mayores.  

Cuando ya pasó todo, logró ingresar y averiguar lo ocurrido. "Por lo que me decían, esto ya venía generado en el barrio hace ya mucho tiempo. Es un problema frecuente que sucede con cierta cantidad de vecinos, que son siempre lo mismo, y que terminó justo ahí...pero a la persona que le pegaron, al padre, tenía toda la cara hinchada, sangre, y había un nenito, que estaba a un costado, que lo habían protegido los de seguridad. La persona, víctima de todo esto conflicto, decía que ya estaba cansada de esa gente”.

Por otro lado, contó que cuando pasó todo, su hija de 9 años se largó a llorar, y le pidió explicaciones, quiso saber qué fue eso que habían vivido. “Como ciudadano uno no quiere pasar por esto para explicarle a una criatura que esto no tendría que pasar. Quedé sorprendido porque eran muchos menores. Quiero equivocarme, pero parecían incitados por las dos personas mayores”.

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