El día después de Lucía, la joven que vivió un intento de robo a mano armada en el Don Bosco: “No volví a salir a la calle”
En diálogo con Radio Noticias, recordó el caso, y contó que perdió su independencia, esa que intenta recuperar. “Me persigue este miedo bastante feo”, confió.

Lo de la delincuencia en Viedma ya comienza a naturalizarse entre los vecinos. Y lo que va por el mismo camino es la naturalidad con la que se manejan los delincuentes. En un porcentaje muy alto de los casos aparecen armas y joven utilizándolas que no parecieran muy duchos en su uso. ¿Qué significa esto? Que todo el tiempo se está al borde de la tragedia, como ocurrió con Jonathan Caracciolo.
En fin, ahora, quien vivió una situación más que dramática fue Lucía, una vecina del barrio Don Bosco que fue abordada por un joven armado. En diálogo con Radio Noticias (105.5), contó los pormenores, el miedo que todavía está latente, y el segundo en el que pensó que podía perder la vida.
Remarcó que fue el viernes 15 al mediodía, cuando salía de trabajar de la Gaia. Desde ahí, aprovechando el día, se fue caminando a la casa de la madre, en el barrio mencionado. “Es un recorrido que no hago nunca caminando, siempre me manejo en auto, pero fue una excepción, y a 40 metros, estaba a tres casas de su casa, ya estaba llegando, y me agarra este chico de atrás, que lo escuché correr rapidísimo hacia mí”, empezó.
“Me apoya su arma en la cabeza y me dice 'dame todo o te pego un tiro'. En ese momento...siempre dije que si algún día me pasaba entregaba todo, pero este viernes me salió todo lo contrario, y lo primero que hice fue defender mis cosas. Y en un intento de querer zafarme, porque me tenía del brazo bastante fuerte, me pega dos culatazos en la cabeza, uno más arriba u otro más cerca de la frente. Ahí dejó de ver la situación, porque tenía sangre en toda la cara”, agregó.
Luego, el momento exacto en el que ocurrió el milagro: “En eso llegó una camioneta Fiorino con dos hombres que todavía no pude identificar para agradecerles, que hace que este chico se vaya. Lo espantaron porque uno atinó a bajarse de la camioneta, salió corriendo y veo que se sube a un auto a lo lejos que se ve que lo estaban esperando, y escapan. Un auto blanco”.
“Lamentablemente hay que conformarse con que fueron cuatro puntos de sutura, y nada más. No logró robarme nada tampoco, porque con lo que cuesta comprarse un celular, una computadora, hasta un simple par de zapatillas, y que venga una persona como esta y que en 15 segundos te arrebate todo”, se lamentó.
Por otro lado, volvió a referirse a las personas de la Fiorino que la salvaron, y a los que sigue buscando para agradecerles. “Cuando me estaba por dar por vencida aparecieron estos dos chicos que me salvaron. Si ellos no llegaban no sé realmente que podría haber pasado. Si alguien los conoce o sabe, agradezco”, subrayó.
Y cerró sacando a luz cómo es su presente a partir de lo vivido: “Ahora estoy así, como que los puntos de sutura no me duelen, lo que siento es angustia y miedo. No volví a salir a la calle sola. Me pasé todo el fin de semana acompañada, y ahora estoy como tratando de trabajar eso porque quiero mi vida normal. Siempre fui súper independiente, pero ahora me persigue este miedo bastante feo”.