El dolor de las familias Caracciolo y Riquelme es el dolor de todo un pueblo, ya que Jonathan fue a comprar pan, quedó en medio de una balacera y perdió la vida tras un disparo en el tórax. Solamente las personas que perdieron a un integrante de su casa de forma violenta pueden entender tanto dolor. En todos los casos se mantiene una herida abierta y un gran interrogante: ¿Cómo se sigue?

Angélica Riquelme, pareja de Jonathan y con quien estaba criando cuatro hijos, dialogó en El Radar por Radio Noticias y expresó el camino de desidia y de dolor que está atravesando.

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Al respecto, comentó: "Mi flaco tenía muchos proyectos, fue a comprar pan para comer con unos canelones que tenía ganas de comer, salió y volvió solamente para decirme 'Amor, me dispararon'. En más, yo llamé a la ambulancia y no llegaba, la Policía tardó en llegar y no lo ayudó, él quedó tirado en el piso y pedía ayuda, yo no sabía qué hacer. Llegó un patrullero, les dije que me ayuden, que ellos estaban capacitados para eso y me dijeron que no podían tocarlo porque ellos no estaban capacitados, que no podían hacerlo hasta que no llegue la ambulancia".

En este sentido, dijo que el móvil sanitario tardó alrededor de 20 minutos, mientras que la fuerza policial demoró 10, estando a pocas cuadras del lugar; es decir, que su marido estuvo media hora desangrándose. "Mi marido llegó con vida al hospital, pidió ayuda y lo tuvieron casi una hora en una sala, sin que lo fuera a ver un médico, tardó una hora para que lo lleven a cirugía, los médicos se paseaban de un lado para el otro", describió.

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Peor aún, contó: "El cuerpo se les cayó dos veces de la camilla, lo tuvieron que levantar como un perro para pasarla a otra".

"Él no era un malandra, él hacía changas, no tenía ningún vicio y pensaba en salir adelante. Estaba arreglando la casa, porque vivo en una casilla y él la estaba arreglando para que los días de lluvia no nos mojáramos. Explicame ¿Cómo hago para seguir? ¿Por qué no detienen a la gente culpable?", señaló.

"Si alguien sabe algo, por mínimo que sea, que lo comunique, que pase el dato y que paguen los culpables, porque yo sé que hay mucha gente metida que no habla por miedo. Por favor se los pido, porque yo hoy no tengo a mi Flaco ¿Cómo voy a hacer para explicárselo a mi chiquito de cuatro años?", agregó con gran dolor.

Angélica fue más allá y remarcó: "La gente sabe que están todos los días a los tiros, la Policía sabe y no hace nada, que no me digan que no pueden, que tienen que esperar una orden u otra".

Respecto al procedimiento, indicó: "Estuvieron como cinco horas para peritar, la gente pasaba, pisaba la sangre de mi marido que quedó tirada, no pusieron vallas, no hubo cadena de custodia. Las cámaras supuestamente no funcionan, yo sé que hay gente capacitada para buscar información y yo lo único que quiero es que se haga justicia por mi Flaco, no se merecía esto".

Asimismo, puntualizó: "Matan a uno de ellos mismos que consume drogas, que andan empastillados y el mismo Estado les hace un monumento, pintan paredes con su nombre. Ellos mismos dan el apoyo para que los pendejos sigan delinquiendo, todos los días los veo en la esquina de mi casa y si a uno le sacan una moto el policía está ayudando para que no los metan preso. El Estado está con la gente que hace maldades, pero si un pobre laburante va a pedir ayuda cuántas vueltas les dan".

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"Mi marido tenía que ser un delincuente para que hoy se esté haciendo justicia", precisó.

"La Policía lo dejó desagrandarse, les dije que mi marido fue a comprar pan y que no era un malandra, se los expliqué mil veces, les pedí ayuda y estaban con las manos en el celular. Tenía a mi nene de 14 años que le estaba presionando la herida, me dijo 'Mamá, apretale la herida'. Y convulsionó dos veces", recordó y completó: "Mi nene de cuatro años lo vio en el piso, se levantó a la mañana y me dijo '¿Le pudieron sacar la bala a papi?'. Él escuchó cuando me dijo 'Amor, me dispararon' ¿Y quién me saca esa imagen de cómo él me pidió ayuda?"

"¿Cómo hago para continuar con cuatro chiquitos?", se preguntó con un dolor absoluto.

Para colmo de males, cuando fue a hacer la denuncia para que se preserve la escena del crimen le dijeron que la iban a meter presa.