El actor habló de su intimidad y reveló detalles de cómo lleva la relación con su pareja.

Hablar abiertamente de sexo en televisión siempre ha sido un tema tabú. Socialmente, siempre ha sido difícil abordar este tema, pero con el paso de los años, las personas han ido sintiéndose más cómodas debatiendo sobre ello sin importar las críticas.

En los últimos tiempos, se habla cada vez más sobre sexo en los medios de comunicación, y afortunadamente esto también incluye a personas de mayor edad. Esto nos lleva a las recientes declaraciones de Damián de Santo, quien fue invitado al programa "A la Barbarossa" conducido por Georgina Barbarossa en Telefe.

El actor visitó el programa y reveló algunos detalles desconocidos sobre su vida íntima. Durante la charla, aceptó responder algunas preguntas del panel y mencionó: "El sexo a mi edad... llega cuando llega. Para gustos, los colores".

Damián cumplió 55 años el pasado 12 de junio y está casado con Vanina Bilous desde 2001. Tienen una relación particular, ya que decidieron vivir en casas separadas para mantener viva la chispa del amor.

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Ante las preguntas del panel, el actor insistió en que el sexo no es lo mismo ahora que cuando era joven. "El sexo a mi edad requiere mucho preámbulo, unas tres horas más o menos", explicó, lo cual no le agradó a Analía Franchín, quien comentó que "se le pasaría la serie".

Luego detalló cómo son esas tres horas de preámbulo, mencionando que incluyen "mucho diálogo, mucha comida y mucho juego para que dure las tres horas. Siempre digo que la última opción es lo que se imaginan". Esto generó un debate en el programa.

Cuando le preguntaron sobre su lugar preferido para tener relaciones, De Santo respondió: "Si hay una cama cómoda, genial. Si es un sillón grande, también está bien. Porque hacerlo de pie... después hay que ir a la farmacia a tomar medicamentos. La cocina también es agradable, la encimera es interesante".

Finalmente, Georgina le preguntó si le gustaba verse en espejos durante el acto sexual, pero él fue enfático en su respuesta: "Frente a un espejo no lo soporto mucho, porque me acuerdo de un cartel de una farmacia que vi hace muchos años que decía 'La estética se pierde en el amor y en la enfermedad'. Preferiría evitar verme desnudo, no me gustaría ver esa foto de mí teniendo relaciones".

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