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| 24/03/2023

El Asperger no es traba para bailar tangos, según Araceli Arias

El Asperger no es traba para bailar tangos, según Araceli Arias

Araceli Arias tiene 41 años y la mitad de su vida prácticamente ligada al tango, que es su gran pasión. Pero no fue fácil el camino que tuvo que transitar para alcanzar esa danza que hoy la hace sentir viva. En medio de su recorrido aparecieron días de tristeza, de frustración, momentos de dudas existenciales, pero nada la detuvo y esa perseverancia la llevó a encontrar esa puerta para ingresar en el mundo del arte y la expresión corporal.

Su historia tuvo un momento clave, cuando hace tres años le diagnosticaron el Síndrome de Asperger, un trastorno en el neurodesarrollo que usualmente se diagnostica en la edad escolar. Forma parte de los denominamos Trastornos del Espectro Autista (TEA), y en ocasiones ha sido definido como una forma de autismo de alta funcionalidad.

Las personas que lo padecen frecuentemente se caracterizan por tener un lenguaje fluido y una inteligencia promedio o superior a la media. Incluso, al tener fuertes habilidades analíticas y una capacidad de concentración bastante prolongada, pueden desenvolverse muy bien en trabajos tecnológicos, y también el arte: “bingo”.

En referencia a esta situación particular que marcó su vida, Araceli le contó a NoticiasNet cómo fueron sus inicios en el tango. "Hace seis años que vengo con el tango y en abril voy a comenzar a dar clases. Comencé con esta actividad a los 16 años y me sucedía que después de cada clase me iba llorando, porque para mí era algo muy frustrante y no me salía. Yo era exigente conmigo misma y en ese momento no sabía de mi síndrome", recordó.

Y agregó: "me enteré hace tres años que soy Asperger, que es un tipo de autismo leve. Para mí el tango es una pasión y por eso nunca lo pude dejar. Cuando fui creciendo y tomé más seguridad entendí que tenía que seguir igual, pero al mismo tiempo me sentía rara y como que no encajaba en ningún lado".

Araceli dejó en claro cuál es su mensaje y su finalidad. "Me gustaría visualizar que ninguna discapacidad te limita. Pienso que el éxito en la vida de las personas no tiene que ver con jerarquías, con plata, con fama, sino en ser uno mismo y hacer lo que amas. Siento al tango más allá de una danza, es como una terapia", expresó.

Su primer profesor de tango fue el célebre Manuel Godoy, archi conocido en el ambiente nacional. Posteriormente, Araceli realizó la preparación física para bailarines y la formación básica en la Tecnicatura de Tango en Bahía Blanca.

"El Asperger se caracteriza por tener ansiedad y depresión en forma constante, por eso bailar es algo que me calma todo. Todo lo que hago es porque me hace bien, por eso uno busca esa conexión a través del arte. En el ambiente del tanto no tengo mucha sociabilidad y es otra característica, por eso muchas veces te miran como un bicho raro y esa mirada te la hacen sentir. Cuando uno se acepta y se quiere es liberador saber lo que te pasa", contó.

En tanto, aclaró: "varios profesionales llegaron a decirme que si tenía Asperger no me pintaría o no tendría una pareja. Esas cosas me enojaron muchísimo, porque no es así. Somos personas como cualquier otra, solo que tenemos una sensibilidad y un proceso neuronal más lento que el resto".

Próximamente, Araceli brindará clases sobre inicios al tango. Será a partir del 12 de abril en el Centro de Retirados de la Policía, en Moreno 839, los días miércoles de 17 a 18 horas. "Quiero es transmitir los pasos básicos del tango, pero cada uno vaya adquiriendo su estilo y que no sea una cosa estructurada. Que cada uno haga de esto algo propio. Lo que hago me gusta mucho fusionarlo con el rock, con el heavy metal. Con mi compañero, Lucas Saboy, nos estamos abocando a un tango más urbano", finalizó.

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