El joven oriundo de La Plata se abrió en el programa de Ulises Jaitt y explicó quiénes son los amigos que le quedaron de su paso por el certamen.

La presente edición de Gran Hermano va llegando poco a su final, y en lo que respecta a sus participantes, más allá de quién gane el premio máximo, una de las incógnitas que gira alrededor de todos ellos tiene que ver con el futuro que tendrán dentro de los medios.

Agustín Guardis fue uno de los participantes más controversiales que dejó este Gran Hermano. Considerado como todo un estratega, tuvo una primera etapa muy interesante dentro del show aunque terminó saliendo por varias actitudes y comentarios reprochables. En su segunda fase, mostró un perfil más tranquilo, aunque no logró explotar del todo.

En las últimas horas, el exparticipante del reality sorprendió al contar quiénes son los amigos que le quedaron de su paso por la casa. Si bien los jugadores suelen tener buenas relaciones entre ellos, lo cierto es que son pocos los lazos estrechos que se forman.

Es por eso que Agustín destacó que tan sólo le quedan tres amigos. Dichas declaraciones las hizo en diálogo con El Show de Ulises Jaitt, el programa del hermano de Natacha Jaitt. ¿Quiénes son? La venadense Juliana Díaz, la correntina Coti Romero y el salteño Marcos Ginocchio.

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En el diálogo que mantuvo, el participante destacó: "Soy amigo de Tini (Juliana Díaz), la amo". A esto, el conductor del programa le explicó que también había otros jugadores que tienen buena onda con él "Te bancan varias, Coti también", le dijo, a lo que Agustín asintió: "Son las dos amistades que me llevo, además de Marcos".

Cabe destacar que Guardis tiene un fuerte vínculo con Marcos, uno de los favoritos del reality. El participante explicó en más de una oportunidad que es uno de los amigos que hizo desde el primer momento en el que ingresó a la casa, algo que parece ser recíproco por parte del salteño, quien le tiene un gran aprecio.

Respecto al juego dentro de la casa, el oriundo de La Plata se quedó con ganas de más: "Me arrepiento de no haber jugado más fuerte. Cuando salí la primera vez fuera de la casa, entendí que había cierto escepticismo con los jugadores estrategas y que la gente estaba ponderando más los buenos modales y las historias de vida".

Luego, una vez que salió de la casa y vio el panorama de afuera, Agustín entró con otra actitud pero no le alcanzó para hacer una serie de jugadas que quería. "Debí jugar más fuerte, me cohibí un poco, entré más tranqui con mi juego, con mi tercera etapa. Me quedé con ganas de hacer la fulminante, la espontanea, la tenía re fichada", explicó.

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