En los últimos días, en algunos barrios de Viedma el agua brilló por su ausencia. Es una época compleja para que pase esto porque el calor que sofoca. El tema es que no tener este servicio esencial también produce lo mismo. Si bien es verdad que históricamente en verano muchas veces merma el caudal, lo que viene pasando es un gran dolor de cabeza. 

Durante la jornada de ayer -martes 31- este medio se hizo eco de los reclamos del 30 de Marzo, el Lavalle y 22 de Abril. Son sectores que cumplieron una semana sin un correcto funcionamiento. Según se supo, algunos tienen la suerte de que por la noche el tanque se les llena y, cuando llega el día, tienen que usar esa reserva metódicamente, porque es lo único para toda la jornada.

El tema es que muchas veces no alcanza a llenarse, queda por la mitad, y poder calcular se vuelve engorroso. Esto lleva a un padecimiento que, lamentablemente, empieza a transformarse en rutina. “Esto ya no se aguanta más, porque tenés que hacer un sacrificio todos los días. Ya de por sí tenés que molestar a un familiar, a un amigo, para poder bañarte”, contó un damnificado.

“En casa somos 4 y para nosotros ya se transformó en un paseo ir a lo de mis suegros a bañarnos. Somos 4 y ya la noche no queda agua para bañarnos los 4, por eso no nos queda otra que salir a bañarnos a otro lado. Esto genera incomodidad, no puede ser. Nosotros tenemos los impuestos al día, pero ya no te dan ganas de pagar nada”, agregó el padre de familia.

Por otro lado, el otro sector que padece el mal servicio que les ofrece la empresa prestadora, es el de la tercera edad. Los abuelos, que no pueden trasladarse de acá para allá, también cuentan sus experiencias. “Me estoy gastando la jubilación en la compra de agua en el supermercado, y eso no puede ser. Un poco de compasión, por favor”, informó María.