Claudio Andrade

A pocos días de convertirse en el punto de reunión de miles de personas, Playa Bonita, hoy permanece solitaria y silenciosa.

Dos chicas solas observan el horizonte, a unos 50 metros una pareja de niños conversa mientras beben de una pequeña botella de Coca Cola. Sentados, hablando sin prisa, parecen indiferentes al paraíso que tienen frente a sí.

En breve esta rara paz se verá interrumpida por más de 1200 personas que cada día bajan a la playa durante el verano. Y los pronósticos están echados, este podría ser un verano caliente.

La postal que cristaliza frente a Playa Bonita parece pintada por una mano infinita.

Como gigantes en reposo se observan desde allí la Península de San Pedro, Villa La Angostura, la Isla Huemul y la Isla Gallina. El lago Nahuel Huapi circunda el paisaje, lo envuelve con su brazo helado.

Todo a casi 8 kilómetros del centro de Bariloche.

Para muchos turistas y locales, Playa Bonita es el lugar perfecto dentro un escenario colosal de alternativas. Tiene un espacio adecuado, ni pequeña ni grande, es como un refugio de verano; las aguas son frías pero permiten bañarse y practicar buceo, surf y kayak.

Si la intensión es sólo descansar, leer un buen libro o solo dejar transcurrir el tiempo, el pedregal de tonos claros es capaz de acoger el cuerpo y el alma.

De este modo, el sueño turístico de descubrir un paraíso perdido, en parte de se cumple cuando conoce esta playa.

El paisaje de ensueño posee sus propias reglas. Las aguas del lago Nahuel Huapi que bañan la playa tienen temperaturas que van de los 6 a los 18 grados. Es el frío del sur, peligroso, oscuro y denso.

La información turística indica que son consideradas aguas “frías y profundas”.

Un cartel advierte que la playa tiene “Servicio de Guardavidas todos los días de 14 a 20 horas”.

Hay reglas para este punto tan apreciado en Bariloche. En Playa Bonita está prohibido acampar o hacer fuego. Tampoco se debe dejar basura y como en cualquier Parque Nacional los desechos deben irse con quienes los generaron.

Por ahora reina la paz y el murmullo de los árboles contra el viento en Playa Bonita. Su propio carnaval de verano ya se acerca.