Hay una modalidad delictiva que viene en aumento en Viedma y que preocupa a los vecinos y las autoridades. El gran dilema que enfrentan los policías es que parecen no dar abasto con la cantidad de situaciones que se replican. Tiene que ver con los robos con armas de fuego y a cualquier hora. Los delincuentes exhiben sus armas de días y en lugares concurridos sin importares nada.

Sin ir más lejos, en las últimas horas, uno hombre, que estaba paseando en bicicleta por la Costanera, fue sorprendido por dos malvivientes a la altura de la plata potabilizadora, en barrio Norte. Ante esta situación, y pese a que uno sacó un arma, intentó irse rápido del lugar y buscar refugio en la zona de los fogones, donde había gente. 

Se le dio avisa a la policía, justo pasaba un patrullero por la zona y salieron a buscarlo y personal de la Comisaría 59° logró dar con los dos sujetos en la calle Sargento Cabral entre Honoraria López y Remedios de Escaladas. Fueron identificados y uno de ellos era mayor de edad y quedó detenido. El otro, un menor, era el que portaba el arma que estaba cargada con tres balas calibre 22. Éste último sólo fue demorado luego del secuestro de la pistola.

La situación generó mucho temor, ya no fueron pocos los que fueron testigo de este episodio que podría haber terminado de otra manera, teniendo en cuenta que el arma estaba lista para tirar. Por otro, porque una vez más es un menor el que está al frente de un hecho de estas características. Conocen las leyes mejor que nadie y se resguardan en eso para hacer de las suyas.