Un total de 6.000 productos mensuales y 250 manipuladores de alimentos cumpliendo todas las medidas bromatológicas de rigor suelen pasar por la sala comunitaria de elaboración de alimentos, conocida como Planta Almería.

Barras de cereal, panes y pre pizzas de harina integral, miel, especias surtidas, preparaciones con harina  común y tapas de empanadas, panes rellenos, tortas galesas, línea de alfajores y chocolates, panificación seca para el mate, mermeladas en 14 sabores, salsa de tomate, frutos secos en distintas variedades, mix de cereales, fabricación de blends de té, forman parte de la canasta de productos que abastecen a Viedma y Patagones.

Un verdadero ejemplo de economía social y solidaria

En 1998 el sacerdote español Pedro Pérez Martínez con el acompañamiento de su par Luis García Rodríguez, los voluntarios Horacio Vazquez y Elvira Iuri, y un grupo de colaboradores se propusieron un proyecto para que vecinos de los barrios más humildes pudieran elaborar productos con materia prima del valle inferior y tener un sustento alimentario de sus familias en el invierno.

Este establecimiento ubicado junto a la iglesia Pío X de esta capital, que agrega valor a la producción local, forma parte de un proyecto de Caritas sin fines de lucro y  coordinado por otros voluntarios y voluntarias como Silvia Cides. Funciona allí desde 2004.

Fue montado con fondos provenientes de la comunidad católica de la ciudad de Almería, España, y en las instalaciones se brindan capacitaciones  abiertas y gratuitas a toda la comunidad, el equipamiento se pone a disposición de toda la ciudad para elaborar sus productos, se acompaña a grupos para hacer elaboraciones de temporada para el auto consumo, además se ofrece espacio a los micro emprendedores para que realicen sus iniciales actividades productivas.

Con el tiempo comenzó a ser utilizada cada vez más por emprendedores locales que elaboran su producción en esta infraestructura con todos los controles de calidad y sanidad.

Un total de 17 familias lo hacen en la actualidad, elaborando semejante cantidad de especialidades alimenticias en forma mensuales, permitiendo que estos productos y la actividad de manipulación de alimentos deje de ser ilegal en virtud de que la planta cuenta con habilitación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).

El funcionamiento implica un aporte a la seguridad alimentaria de la comunidad. Los productores venden en los comercios y en el puesto que la planta tienen de la feria municipal, y su equipo directivo destaca esa cantidad de personas que pasaron este año por las instalaciones de calle Las Heras 1.215.

Dentro de la actividad institucional, los responsables de esta sala comunitaria realizaron también actividades junto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) y otras organizaciones no gubernamentales.