A pesar del reclamo y de la recomendación de los profesionales de la salud, Juan Manuel Fernández fue nuevamente enviado a la unidad penal 1 y deberá seguir en este lugar con su recuperación, a pesar de que no estarían dadas las condiciones de higiene necesarias. El hombre fue llevado este último miércoles al penal y deberá continuar su tratamiento allí, a pesar de su público pedido de prisión domiciliaria.

Sus familiares informaron a NoticiasNet que en su primer día en la unidad penal no le dieron los antibióticos en los horarios que corresponden y añadieron que la situación higiénica no es la mejor.

Por su intermedio, se supo  que a pesar de la negativa de la Justicia, indicó “sigo a la espera de la domiciliaria para poder llegar bien físicamente, bien alimentado y en un lugar de higiene ya que me tengo que volver a bañar arriba de la letrina, lugar donde se orina y defeca, por más bolsas que me ponga hay infecciones que igual ingresan”.

En este orden, añadió que en su primera jornada en el penal “ya hubo incumplimiento de los horarios de los antibióticos y eso me perjudica porque no hace bien su efecto” y añadió que “no puedo estar toda la vida tomando antibióticos”.

Juan Manuel Fernández pidió prisión domiciliaria y denuncia falta de condiciones higiénicas en el penal 1

Respecto de la necesaria Rifampicina “no me la entregaron y los dos antibióticos se toman juntos, así que un día sin poder curarme.  Bueno en conclusión un día si antibióticos por qué faltó este medicamento (pertenece a una clase de medicamentos llamados antimicobacterianos. Funciona matando la bacteria que ocasiona la infección)".

Para finalizar advirtió que “si está vez el antibiótico no funciona me amputan el pie. Después dicen que no se hace abandono de persona”.

La Sala B de la Cámara en lo Criminal de Viedma condenó en octubre de 2017 a prisión perpetua a Fernández y a Gonzalo Javier Díaz por el delito de homicidio doblemente agravado del joven Eduardo Carnero.

El hecho ocurrió el 18 de abril de 2014, cuando según la imputación “y con el fin de apoderarse ilegítimamente de elementos de propiedad de Eduardo Rodrigo Carnero” concurrieron a su domicilio de calle Belgrano al 400, ingresaron aprovechando la confianza dada por la frecuencia de trato con la víctima y “a traición, aprovechando que Carnero se encontraría durmiendo sobre su cama” lo golpearon en la cabeza y el rostro con un trozo de madera, causándole heridas que culminaron con su fallecimiento.