El humorista y la bailarina se casaron en 2008 y desde entonces conforman una de las parejas más sólidas del espectáculo.

Vanina Escudero y Álvaro Navia, también conocido como Waldo, se transformaron en una de las parejas más sólidas del mundo del espectáculo. Pocos creían en su momento que sería un vínculo que lograse perdurar en el tiempo, sin embargo ya llevan casi 16 años juntos y formaron toda una familia en este periodo.

Hace casi dos años se mudaron a Uruguay con sus dos hijos (Benicio y Joaquina). Lo hicieron para diciembre del 2020, instalándose en la ciudad de Canelones, al lado de Montevideo y lugar de nacimiento del humorista que surgió bajo las directivas de Videomatch, el recordado programa de Marcelo Tinelli.

Los 15 años de diferencia y los mundos distintos de los que vienen no fueron un impedimento para este amor, aunque por supuesto que hubo algún que otro prejuicio. Lo cierto es que se conocieron un verano, en la temporada de Mar del Plata y para una obra teatral que producía Navia, en la que contrató a Vanina. Fue un flechazo a primera vista.

A los seis meses, el humorista le propuso casamiento a la bailarina, aunque la boda se concretó en noviembre de 2008 con una gran fiesta en el Tattersall de Palermo. Un detalle particular que tuvieron fue la luna de miel, el clásico ritual que hacen los recién casados luego de dar sus votos de amor.

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El destino elegido fue Cancún, un lugar al que extrañamente no fueron solos, sino junto a toda la familia de ella. “Nos fuimos de luna de miel con mis suegros y con mi cuñada Silvina y la pasamos bien. Compré el combo porque son muy unidos y ya llevamos muchos años de felicidad”, contó Waldo hace un tiempo en 'PH, Podemos Hablar'.

Tiempo antes del casamiento, el cómico dio algunos detalles de lo conservadores que eran ambos respecto a convivencia y diversas situaciones, otro motivo quizá por el que después toda la familia de ella también terminó viajando al destino paradisíaco.

“Los dos somos muy conservadores y hasta que no demos el sí, cada uno duerme en su casa. Nos vemos todos los días, a toda hora, pero al momento de dormir hacemos taza, taza, cada uno a su casa. Aunque suene raro, queremos conservar la magia y que se note el cambio después de la boda”, explicaba Navia.

Tras casarse, de inmediato comenzaron la búsqueda de los hijos. Benicio nació el 26 de abril de 2014, y dos años después, el 9 de agosto, llegó Joaquina. Y así, terminaron afianzando un vínculo paso a paso, que perdura y se mantiene sólido en el tiempo, hoy radicados en Uruguay y recordando que ahora la familia acompaña a Vanina en su estado de salud, haciendo mención a la enfermedad que padece desde hace un tiempo y que la propia bailarina decidió contar en sus redes semanas atrás.

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