En muchos hogares el microondas es una herramienta casi indispensable, ya que es fácil y rápido de usar. Sin embargo, esto no significa que se pueda recalentar o cocinar cualquier alimento en él.

La realidad es que, cuando usamos este electrodoméstico, algunas comidas no quedan tan ricas como cuando recién salieron del horno, la sartén o la parrilla. Es por este motivo que deben cocinarse con una fuente de calor distinta, para mantener y realzar su sabor original.

Pasta:

Para volver a disfrutar un plato de pasta, sin salsa ni relleno, la mejor manera de calentarlo es en agua hirviendo por unos pocos minutos. Así quedará mucho mejor que en el microondas.

Si ya está cubierta con una salsa cremosa o con aceite, se puede agregar a la cacerola una pequeña cantidad de grasa (crema, aceite, o lo que se haya usado cuando se cocinó por primera vez).

Pizza:

Si bien es muy usual hacerlo, calentar la pizza en el microondas nunca es una buena idea. El resultado es una comida que queda poco crocante y "gomosa ", ya que se arruina su textura. Por eso, las mejores opciones para recuperar el sabor intenso y crujiente, son la sartén o el horno. De esta forma, la corteza se mantiene crocante.

Papas fritas:

Las papas fritas son uno de los alimentos más difíciles de recalentar, y nunca sabrán tan bien como cuando estaban frescas. En el microondas es fácil que pierdan su sabor y consistencia, ni hablar si estaban crocantes. La mejor forma de volverlas a cocinar es en una sartén con aceite.

Carne:

Recalentar un bife en el microondas es probablemente la peor manera de hacerlo. Para volver a comer un corte de carne del día anterior, lo mejor cortarlo en rodajas finas. Luego, agregar un poco de aceite en una sartén y cocinarlo a fuego medio hasta que esté caliente.

El electrodoméstico tampoco es una buena opción para descongelar la carne. Es preferible dejarla en la heladera la noche anterior.