El viernes 5 de agosto la familia de Agustina Fernández, junto a agrupaciones feministas nuevamente marcharán en la Plaza de la Justicia de Cipolletti.

El crimen de Agustina Fernández es sin dudas uno de los hechos que más conmocionó a nuestra región en el último mes. El terrible hecho que se suma a la triste historia de femicidios de la región, especialmente en Cipolletti, tiene circunstancias que lo hacen aún más doloroso.

Quizá por lo joven que era, por el hecho de que había llegado a Cipolletti a perseguir el sueño de ser Médica o por el terrible desenlace de lo que suponen comenzó como un robo. La trágica muerte de la joven causa un gran dolor e impotencia social.

El día en que los médicos del hospital Pedro Moguillansky informaron la muerte cerebral de la joven, los vecinos y vecinas salieron de manera espontánea y masiva a las calles. "Ella murió anoche, ya se donaron los órganos y estamos por trasladar su cuerpo" fue lo comunicado por Silvina Cappello, madre de la joven.

Esa misma semana los fiscales realizaron una reunión donde determinaron que desde la justicia se estaba trabajando en cuatro líneas de investigación, una de ellas la de femicidio.

Sin embargo, la línea de investigación que tuvo mayor relevancia en la población se trató del Joven del Identikit. A partir de diversos elementos cotejados la Policía lograron elaborar un identikit con las características de esta persona.

Se trataba de un rostro bastante particular, por lo que no tardaron en dar con Santiago Aburto, un joven de características similares.

Santiago aseguró que aquel sábado había estado trabajando en su estudio, solo, y que entregó voluntariamente el celular para que usaran en el peritaje. “Me deja más tranquilo que la policía me haya separado del caso, que no tengo nada que ver”, remarcó.

La causa sigue su curso y en cuanto al identikit, el Ministerio de Seguridad y Justicia fijó $1.000.000 la recompensa para las personas que aporten datos útiles sobre del crimen de Agustina Fernández

Por su parte, la familia de la joven decidió continuar la averiguación entorno a la hipótesis de femicidio y sumó un nuevo perito, Eduardo Prueguer. "Yo no creo en el identikit, para mí no va por ahí. Y me puse a llorar cuando lo vi, porque sentí que la investigación se estaba desviando" expresó Silvina en una entrevista.

A un mes del ataque la causa tuvo sus idas, pero con una única certeza de pedir Justicia por Agustina.