El juez de Garantías, Juan Pedro Puntel, dispuso anoche enviar al Penal N° 1 de esta capital por espacio de cuatro meses a un sujeto que participó de un intento de atraco durante la madrugada del 9 de marzo pasado contra un miembro de la Policía Federal, a su esposa e hijos.

Se trata de Kevin Toro de 21 años, quien deberá permanecer en ese centro de detención en un lugar adecuado como consecuencia de que aún debe reponerse de las heridas que recibió en el intercambio de disparos, en el que también sufrió lesiones el integrante de la fuerza de seguridad y un hijo.

El magistrado tomó esa decisión luego de un extenso debate entre la fiscal Mariana Giamonna y el abogado defensor oficial, Pedro Vega.

La integrante del Ministerio Público Fiscal (MPF) hizo uso de la palabra reclamando las medidas cautelares que finalmente aceptó Puntel. La funcionaria judicial argumentó que Toro puede entorpecer la investigación, y que además está prófugo su compinche de ese hecho sangriento, a quien puede recurrir para amedrentar a la familia damnificada.

Vega cuestionó el tiempo que tuvo el MPF para investigar y rebatió los argumentos solicitando como alternativa la colocación de un tobillera y detención domiciliaria.

Esgrimió como fundamento que “no puede ni ir al baño solo” como consecuencia de sufrir un problema en una pierna en la que recibió un disparo cuando el Federal se defendió de la agresión.

Puntel invalidó el planteo ya que en la audiencia quedaron flotando los antecedentes de Toro. El 4 de diciembre de 2018 tuvo una condena por un robo con el uso de arma de fuego.

Más allá de la detención, Puntel pidió a Giamonna que acelere los tiempos y que se envíe un oficio al Servicio Penitenciario Provincial para evaluar cada 15 días la situación de salud del atacante.

Si bien el hecho delictivo contra el miembro de esa fuerza de seguridad, su esposa y sus hijos de siete y 13 años tuvo lugar en marzo pasado, la audiencia de formulación de cargos contra Toro se realizó anoche luego de que fue dado de alta en el Hospital Zatti donde estuvo internado en grave estado por más de 60 días tras el intercambio de disparos recibiendo heridas.

El imputado llegó en sillas de ruedas a la sala de los tribunales de esta capital ante las dificultades para caminar, y durante la audiencia de casi dos horas estuvo acompañado por sus padres.

El caso caratulado como “robo en grado de tentativa con uso de arma de fuego” tuvo lugar en San Luis y Winter del barrio Zatti cuando Toro y otro individuo se abalanzaron sobre la familia.

En ese momento, el policía sufrió dos heridas de bala que rozaron tanto la cabeza como la cintura, mientras que el joven que salió a delinquir recibió disparos en el pecho y en la pierna.

El dato que le agrega aún más gravedad a la cuestión es que uno de los hijos del uniformado, un menor de edad, quedó en el medio de los proyectiles y sufrió un balazo en un brazo.

Por su parte, el segundo malhechor se dio a la fuga, y según admitió Giamonna éste último no pudo ser encontrado.