El hecho de violencia que registrado el pasado 3 de mayo en la Escuela Secundaria de Formación Docente (ESFA) puso nuevamente en agenda la participación de los y las preceptoras ante una pelea de estudiantes.

La semana pasada una madre denunció a las autoridades de la escuela por “incumplimiento de los deberes de funcionario público” luego de que su hija fue agredida por dos compañeras de curso.

Consultado por el tema, autoridades del gremio docente UNTER explicaron que si bien en Río Negro no hay un protocolo escrito, lo concreto es que los preceptores no pueden tocar a los alumnos o alumnas, así como tampoco usar la fuerza.

Por tal motivo, ante un caso de agresión entre alumnas, como fue lo que ocurrió en la ESFA, lo que debe hacer es tratar de disuadir a las estudiantes, pero no puede tocarlas.

Si bien el sentido común diría que en estos caso debe intervenir, también es cierto que puede ser denunciado por los padres.

De todos modos hay una “Guía Federal de Orientaciones, para la intervención educativa en situaciones complejas relacionadas con la vida escolar”, que es la que se aplica en todo el país.

Dicha guía sostiene que: “Frente a una agresión física, se debe separar a los intervinientes, calmarlos, propiciar serenidad, y conversar por separado sobre los hechos una vez que sea posible dialogar con más tranquilidad. En todos los casos, las y los estudiantes deben quedar en compañía de personas adultas. Si están lastimados, es necesario comunicarse en forma inmediata con el servicio de urgencias, el hospital o la sala de emergencias y luego contactarse con la familia o adultos que los tengan a su cargo”.

El hecho

Según expresó denunció la madre ante la Fiscalía, su hija era amenazada en las redes sociales por parte de dos compañeras de curso.

Sobre el hecho relató que ese día, 3 de mayo, recibió un mensaje de la hija diciendo que le habían pegado en la escuela.

“Cuando llego mi hija estaba golpeada, con los pelos revuelto y le habían tirado té con leche caliente en la cabeza. La directora me dijo que ya ha había hablado con las chicas y que iban a tener una reunión con la Junta de Disciplinaria”.

En este orden, añadió que “había sido una pelea y que había tenido que agarrar a una de las compañeras para repararlas, pero me dice que en ningún momento estuvo presente. Ella –por la Directora- me dijo que el preceptor no las podía agarrar porque los otros padres lo podían denunciar. Es como que la Directora lo cubrió todo el tiempo”.

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