El 5 de enero de este año se produjo una gravísima situación. Un niño de apenas 11 años desapareció entre las 20:30 y las 0:30 cuando estaba jugando en el playón del barrio América.

Lo buscaron por todos lados y apareció en la avenida Perón y Álvaro Barros, cerca del cementerio, aunque al principio se había indicado haberlo visto en la terminal.

Un día después la familia hizo una atroz denuncia. Indicaron que el nene había sido abordado en un vehículo en la Escalera 8 del barrio y allí dos sujetos abusaron de él.

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No recordaba qué tipo de auto era ni quiénes fueron, pero horas después hubo avances.

Se descartó lo del relato de secuestro en un auto y se mencionó el nombre de un joven de 20 años, quien tiene vínculos familiares, como el principal responsable del delito.

La investigación avanza firmemente, pero desde la Justicia mantienen todo tipo de información bajo secreto de sumario.

La última novedad es que el acusado se presentó ante tribunales custodiado por policías, para una audiencia de medidas cautelares.

El sujeto se mantiene en su domicilio con una tobillera electrónica, por lo que no puede salir de su hogar bajo ningún término ni tampoco puede tener contacto con la familia del menor.

El joven había montado una fachada de inocencia en sus cuentas sociales, donde publicó varios versículos bíblicos y hasta compartió la primera nota periodística en relación a este caso.

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