Colectivo de mujeres exige mantener el cupo en el Superior Tribunal de Justicia

El colectivo de mujeres de Viedma y Patagones inició una fuerte campaña para garantizar que la vacante que deja la jueza del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro Adriana Zaratiegui, a partir de su renuncia para abocarse al beneficio de la jubilación, sea ocupado por otra mujer.  

Distintas organizaciones que componente el colectivo, dejaron trascender “la posible postulación de varones cis”  para la cobertura del cargo que deja la abogada.

“Nos preocupa la sola mención de la posibilidad de que eso se pretenda impulsar”, advirtieron.

Por ello lanzaron la campaña, que por el momento se hace efectiva en las redes sociales, y que incluye a decenas de mujeres de distintos ámbitos en una producción audiovisual sosteniendo la leyenda “Tiene que ser una mujer”

“En Río Negro el tema del cupo femenino tiene algo más de dos décadas. La necesidad de impulsar que las mujeres circulemos por espacios institucionales donde se toman decisiones importantes y se ejerce poder nos hizo dar esta batalla en distintas esferas. Siempre hubo resistencia, pero avanzamos”, recuerdan desde el colectivo.

Y aseguran: “Con la incorporación del cupo femenino en la Legislatura el Estado primero, y luego la paridad, se rompió la dominación histórica de la incumbencia masculina en esos lugares”.

Recordaron también que “esta política pública tuvo fuerte repercusión y cambió la historia: dos décadas después una mujer gobierna nuestra Provincia”.

En el ámbito de la Justicia el debate se produjo en 2011, en el marco de la ampliación del STJ y la designación de los nuevos y nuevas jueces y juezas. Por entonces, se estableció una representación en paridad con una conformación de 3 varones y 2 mujeres.

Entonces la Legislatura rionegrina se expidió y confirmó que debe existir un equilibrio circunscripcional –o de representación geopolítica- y un equilibrio por género.

“Es urgente entender que la vacante que deja la jueza Adriana Zaratiegui en el STJ no es negocia: le pertenece a una mujer. Aunque sea, por tradición y estructura, sea una mujer que todavía tenga ejercicio masculino del poder. Aún así, su representación será más legítima que la del más aliado varón con perspectiva de género”, finalizaron.