07/03/2020

Paula Echarren: “Hay un gran impacto de las mujeres artistas en la Comarca”

Paula Echarren, la artista plástica maragata sigue apostando al desarrollo del arte local 

Paula Echarren:  “Hay un gran impacto de las mujeres artistas en la Comarca”

 

La historia del que se fue y volvió es conocida, el detalle está en regresar en temporada de crisis. Mientras un amigo le decía “acá no hay nada” ella recuerda “con mi mirada positivista ariana le dije “ acá está todo por hacer”, es así como Paula Echarren a comienzos del 2000 retoma su vida en la Comarca luego de vivir una temporada en Barcelona y en México.

 

De personalidad enérgica, no le gusta que la etiqueten, por eso preferimos presentarla como artista ya que se pasea por la escultura, el dibujo, la pintura, el arte público ( murales y esculturas a gran escala) y el teatro, este último ejercido desde la docencia, destacando de entrada “me aboqué profundamente a las artes visuales”.

 

En el marco del Día Internacional de la Mujer, conversamos con una representante del quehacer creativo de la Comarca, alguien que con fuerza y sin etiquetas se renueva en cada pieza que materializa.

 

-¿Cómo comenzó tu vinculación con las artes?

- Desde pequeña para mí era el arte, hacer, actuar, tallar piedritas, siempre tuve esa conexión. A los 4 años me mandan a un taller con mis hermanos, ellos más o menos, yo fascinada. A los 8 años voy a un taller de cerámica, ahí descubro al barro y esperaba los miércoles para ir a ese lugar maravilloso. Después hice teatro, en el medio hice de todo, siempre las artes visuales y el teatro me gustaban. A  los 17 años cuando termino la secundaria me voy a estudiar a la Universidad de La Plata “Artes Visuales” y en un terciario formación actoral.

 

- ¿De qué forma crees que tu obra está marcada por ser maragata?

-La huella creo que tiene que ver con el casco histórico, con lo antiguo, con el río, con los colores. Yo siempre digo que un poco aprendí de los colores mirando los atardeceres del cielo desde la casa de mis padres que da al río, siempre tuve ese privilegio. El casco histórico siempre me gustó, las callecitas, los colores, los personajes,  las viejas, los balcones, es algo como que me atrajo mucho.

 

-Para vos ¿cuál sería la paleta de colores de patagones?

- Depende, podría conectar mucho con los colores fríos, y con los azules, con los verdosos y también con esos atardeceres, con los magentas, los naranjas, el tierra que es como el neutral y que usó muy bien nuestro maestro Alcides Biagietti, que tenemos como referencia todos los artista de la Comarca.

 

 

-¿Cómo definís tu trabajo?

- Mi trabajo tiene que ver con la curiosidad, no me gustan los rótulos ni que me encasillen, me encanta la capacidad de exploración y creo que ahí es donde siempre está viva la niña y eso es lo que tiene el arte, que te permite eso muy vivo, cosa que otros trabajos te lo reprimen mientras que el arte no, por eso amo mi profesión. 



Volver desde el amor

-En 2010 recibiste el Premio Provincial Mujer Innovadora ¿Qué significa para vos desde las artes ser una mujer innovadora?

-Desde la palabra, ser mujer innovadora … yo me acuerdo cuando llegué acá, llegué embarazada de mi hijo Valentino, buscando un lugar donde criar a mis hijos, cerca de sus abuelos, y cerca de la naturaleza. Yo me había criado acá hermosamente.  Cuando vuelvo desde el amor, acá estábamos en crisis, todos me decían “no vuelvas” “acá no hay nada” y yo con mi mirada positivista ariana le dije “ acá está todo por hacer”, como el yin y el yang, las dos caras de la moneda. Y así vine. La energía de ser madre como que te pone mucho más guerrera y la innovación era yo. Acá voy a tener a un pibe, tengo que sostener esto, y tengo estas herramientas. Simplemente creyendo en mí, siendo muy joven, habiendo hecho una experiencia en México, en Barcelona, en La Plata, vine y así hice delirios que hoy por hoy digo ¡ qué cara dura!.

 

-¿Qué delirios hiciste en esa llegada? 

-Por ejemplo ponerme a hacer tejas musleras para la Casa de la Cultura y yo no tenía ni idea cómo las iba a hornear. Unos familiares que tienen una chacra y habían hecho ladrillos me ayudaron, así hicimos un horno especial. Horneamos 150 tejas musleras, que se usaron para la restauración de La Casa de la Cultura en Patagones. En ese tiempo patrimonio histórico funcionaba muy bien, lamentable que desde hace 4 años no esté más. Fue impresionante la restauración de la casa, experimentaron las técnicas que se habían usado en la construcción de la época.  Me dieron tejas originales, saqué un molde y así hice las tejas con pastón de las chacras. Todo se logró como en 2 meses, horneando de a 5 por día, algo así. 

 

Nutrirse de otros aires

Paula es una apasionada por lo nuevo, le atraía lo cosmopolita de Barcelona y allá logró trabajar en el Acuario haciendo roca artificial tallada en telgopor para recrear el hábitat de los pingüinos, “estuvimos cerca de 2 meses laborando todo el interior de un cachalote tamaño natural, hicimos como unas estalactitas. Después trabajamos en un hotel y en el zoológico”. Recuerda con agrado que era la única mujer latina en un espacio dominado por hombres, “mi energía masculina siempre estuvo como muy presente sin perder mi energía femenina, soy una persona muy entusiasta, muy sociable, nunca tuve ningún problema con nadie, me trataron con respeto y hasta me malcriaban (risas).Para mí fue una experiencia hermosa Barcelona”.

 

 

En México “pude ver una obra que es fundacional en el muralismo latinoamericano desde lo estético, lo compositivo, lo ideológico. Personalmente amo a Siqueiros, fue un innovador en técnicas, en materiales. Si vas al “Polyforum Siqueiros” es increíble el  laburo, esto es una gran bóveda de interior y afuera trabajaron sus estudiantes, es de una maestría total. Ese lugar para mí fue un antes y un después. México me parece un país que todo lo hace monumentalmente.

 


 

“El sueño de Bartruille”

Este mural es fundante dentro de las intervenciones artísticas que tiene Patagones, el trabajo tomó 7 años en su realización y también participaron Carlos Leporace y Sonia Pezzano. En la propuesta se logró plasmar parte de las historias maragatas bajo la mirada de 3 personalidades comprometidas, así le dieron vida a una obra de “150 metros cuadrados intervenidos, donde hay pastón, madera, hierro, pintura, fue maravilloso trabajar con personas tan talentosas, tan generosas y en tanta armonía”. La inspiración vino de la historia de  Bartruille, un comerciante muy católico que quería que se rezara por las almas del purgatorio, por eso la Plaza de las Ánimas, también hay representados otros personajes del lugar. 

 


 

- ¿Qué presencia creés que tiene la mujer en el mundo del arte en la Comarca?

-Me parece que somos muchas mujeres haciendo arte,  artistas muy poderosas con historias de vida muy impresionantes que realmente toman el arte como una herramienta para poder expresar y poner en evidencia un montón de cosas que hacen a nuestro género y que sabemos que no están tan bien. Tengo amigas artistas maravillosas que realmente admiro, con las que he hecho un trayecto de vida desde la amistad y desde el arte. Me parece que sí hay un gran impacto de las mujeres en nuestra Comarca,  más allá de que hoy por hoy (en lo que concierne a Patagones culturalmente) estamos con limitaciones porque no hay muchos espacios, ni una política cultural que esté promoviendo a los actores y actoras culturales que hay en todas las disciplinas, es muy triste porque el arte es comunicación, el arte tiene sentido cuando se comparte. 

 

-Los dispositivos móviles ¿ayudan o perjudican el acercamiento a las artes?

-Mira eso te lo voy a responder como docente más que como artista. Me parece que a veces la digitalidad está buenísima porque nos acerca a cosas (imágenes, proyectos y propuestas), por un lado te abre y te expande y por el otro te limita, porque en definitiva vamos a tener todo detrás de una pantallita que podemos ampliar y no deja de ser bidimensional. Yo me doy cuenta en el taller porque les cuesta mucho trabajar la profundidad y eso siento que en parte tiene que ver con una experiencia muy de la vida en el campo y del plano bidimensional. 

 

-¿ Qué te ha dejado este recorrido?

-Me acercó a mí misma, a un camino de autoconocimiento a través del arte, pude visibilizar diferentes etapas de mi vida, el propio dolor que no me atreví a ponerle palabra. Somos una civilización muy mental, muy racional, con una inteligencia muy desarrollada, desde ahí siento es que el arte te permite desarrollar tu inteligencia emocional que es fundamental para la vida, para poder vincularse sanamente. Somos lo que hacemos con lo que nos dieron nuestros padres y eso lo podemos multiplicar a partir del encuentro con el otro. 

 

En la actualidad Paula Echarren trabaja en un proyecto de esculturas metálicas y se dedica a la docencia, desde donde siente un  gran compromiso. Con los estudiantes de la especialidad de escultura la Escuela de Arte Alcides Biagetti, está trabajando en un mural de la fachada de la escuela en mosaiquismo, además de otros proyectos personales.  Podés seguir su trabajo en redes sociales como @paulaecharren en Instagram. 

 

Por: Leomarys Ñañe

Fotos: Vanesa Schwemmler / Crédito Polyforum Siqueiros - Web

 

Te puede interesar
Ultimas noticias