04/05/2019

A 11 años de la expropiación, la Manzana Histórica es de potestad absoluta de la Municipal

LLeva en pie más de 130 años. Allí funcionó el colegio San Francisco de Sales, por donde pasaron entre tantos niños y jóvenes, Don Artémides Zatti y Ceferino Namuncurá. 

A 11 años de la expropiación, la Manzana Histórica es de potestad absoluta de la Municipal

La expropiación implicó fijar la atención en cuestiones colaterales que surgieron de la acción legal, tiempo en que el edificio comenzó a mostrar los deterioros propios del paso del tiempo y de la dejadez de casi medio siglo.

Algunas obras se ejecutaron y otras se ejecutan para la puesta en valor de este emblema, aunque aun restan muchas más para permitir la recuperación completa y el uso público de los espacios.

Ya desde 1970, los originarios propietarios, integrantes de la Congregación Salesiana, querían desprenderse del inmueble, sin percatarse del valor histórico.Se perdió la esquina de Alvaro Barros y Rivadavia, hoy propiedad de un privado que le alquila al Estado.

También se desprendieron de la parte de Colón e Irigoyen, donde se construyó un edifico que no respeta en lo mas mínimo la armonía arquitectónica de la manzana.

Y por último, se vendió todo el lateral sobre Colón que incluyó el espacio abierto del patio. Fue comprado por el abogado Tomás Armando Rébora.

En el año 1986, los salesianos entregaron a la Comisión del Bicentenario la parte de calle Rivadavia, pero esta comisión la restituyó a la comuna en 2015. 

“Solo con mencionar que fue la única estructura que soportó la destructiva inundación de 1899 y que su construcción significó el desarrollo de la acción educativa y social de los salesianos para toda la Patagonia, es suficiente para fundamentar la importancia de mantener viva la historia”

Esa restitución fue ratificada hace poco por los salesianos, por lo cual, toda la estructura hoy está en manos de la Municipalidad.

Hitos del proceso de expropiación
En 2008, más precisamente en marzo, se anunció la intención de iniciar acciones para hacerse de la potestad de la Manzana Histórica. 

El objetivo surgía por las dificultades que tenía la Municipalidad para poder intervenir en el edificio y por la pésima relación que mantenían el intendente Ferreira con el propietario de esos espacios, el abogado Tomás Armando Rébora.

El camino era la expropiación
14 de Mayo de 2008:
Se llevó a cabo la audiencia pública a la que asistieron una veintena de oradores.
La mayoría de ellos entendió como positiva la decisión política de la enajenación, y dio herramientas para el que el Concejo Deliberante de entonces dictara una ordenanza declarando de interés el bien en cuestión.

29 de Mayo de 2008: El Concejo Deliberante aprobó la ordenanza por la que se declaró de interés municipal la Manzana Histórica y que ésta se incorpora al patrimonio de la ciudad “por la condición de monumento histórico que tiene su edificación, ya que la misma corresponde a un sector del original complejo Salesianos”.

16 de junio de 2008: La Legislatura de Río Negro sancionó el la ley de expropiación.

15 de Abril de 2011: El Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Río Negro rechazó una acción de inconstitucionalidad presentada por Rébora quien cuestionó una ley provincial por la que se expropió la Manzana Histórica de Viedma. La sentencia final permite que el inmueble ubicado en pleno centro quede para la municipalidad capitalina.

8 de diciembre de 2014: La Justicia provincial rechazó el planteo que efectuó Rébora para requerir la nulidad de la sentencia del STJ que desestimaba un recurso de queja.

Diciembre de 2015: La jueza civil de Viedma María Tamarit resolvió la demanda ordinaria, condenando en millones de pesos a la Municipalidad de Viedma con destino al bolsillo de Rébora. 

Mayo de 2018: El Municipio culminó el proceso de expropiación de la Manzana Histórica, tras realizar el depósito del monto definitivo e indenmizatorio a los herederos de Tomás Armando Rébora. El monto total abonado alcanza los 14 millones 408 mil 117 pesos; suma que incluye el concepto indemnizatorio por la expropiación y los honorarios para los profesionales letrados.

El valor de la historia
Declarada Monumento Histórico Nacional y ubicada en pleno centro de la ciudad de Viedma, la Manzana Histórica es más que un símbolo para sus habitantes, siendo parte de sus raíces y de su actualidad.

Solo con mencionar que fue la única estructura que soportó la destructiva inundación de 1899 y que su construcción significó el desarrollo de la acción educativa y social de los salesianos para toda la Patagonia, es suficiente para fundamentar la importancia de mantener viva la historia.

Los últimos 11 años han significado para el espacio una serie de idas y vueltas que pusieron el ojo en cuestiones judiciales y administrativas, además de confrontaciones personales y públicas. Recién ahora se avanza en obras que significarán la puesta en valor del espacio. 

La congregación salesiana se estableció en Viedma hacia 1880; empezando la construcción del edifico donde se instalaron el Vicariato Apostólico, el colegio para varones, la escuela para niñas (de la orden de María Auxiliadora), y la escuela de artes y oficios, además de la torre con reloj y observatorio meteorológico.

Las obras estuvieron totalmente concluidas en el año 1897.

En 1899 fue la única edificación de la ciudad que resistió los embates de las aguas desbordadas del río Negro y la laguna El Juncal.
Hacia 1970, y ya sin Salesianos en cantidad y con menos servicios en la manzana, comenzó la congregación a desprenderse de esa propiedad. Se puso en venta primero la esquina de Yrigoyen y Colón, y después todo el lateral sobre Colón que incluyó el espacio abierto del patio.

Este último fue comprado por el abogado Tomás Armando Rébora.

La parte central del edificio, desde la esquina de Colón y Rivadavia fue cedida al pueblo de Viedma en el año 1986, a través de un convenio entre los salesianos y la Comisión Ejecutiva del Bicentenario.

Poco después la Biblioteca Mitre y el Museo del Agua y del Suelo se instalaron en parte de esas dependencias.

 

Obras de puesta en valor de la Plaza Seca y el Patio Salesiano


Se dispusieron las mejoras en el acceso al denominado patio Salesiano del ex Colegio San Francisco de Sales por calle Colón, con la reparación del solado, y por calle Irigoyen con la demolición de una base de monumento que obstaculiza la entrada.

Se reparó de manera integral la fachada interna del ala que da a la calle Rivadavia, y la lindante a la iglesia Catedral.

Estas tareas incluyen la reparación de mampostería y revoques en sectores dañados, preparando la superficie para ser pintada en su totalidad. Se extraen raíces vegetales y se reconstruyen las mamposterías con revoques.

Respecto a los solados, se demolieron parte de los existentes que presentan hundimiento, y se ejecutará un solado de hormigón con terminación fratasada.

Respecto a la Plaza Seca de la calle Rivadavia, se ejecuta la obra que propone la combinación de zonas de descanso y encuentro con amplias zonas destinadas a distintas actividades relacionadas con el esparcimiento y la recreación. Se procede además a instalar un alumbrado con la incorporación de 14 columnas de iluminación y la colocación de artefactos de pared para la iluminación decorativa de las fachadas existentes. 

Otras intervenciones ya se hicieron en La Manzana Histórica, dentro del patio, con la demolición de un muro divisorio para unificar el mismo, y la ejecución de un escenario sobre una pileta en desuso.

También la puesta en valor del reloj de la torre, con la utilización de tecnología digital que permite la funcionalidad del reloj y el sonar de la campana.

Se restauraron mamposterías exteriores.

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