08/12/2019

La carpa, un pez invasivo en el río Negro

Comen de todo y en cualquier lugar del agua, lo que representa un perjuicio para otras especies autóctonas.

La carpa, un pez invasivo en el río Negro

Por Fernando Manrique

[email protected]

Desde 2002 se introdujo la carpa en nuestro río Negro y aunque hay dos teorías sobre su origen hoy es un problema para tomarlo seriamente.

Es que este pez tiene la característica de adaptarse a cualquier tipo de ambiente y modificarlo con su paso, pues come de todo y su reproducción es acelerada.

Su crecimiento es tal que ya se encuentra en los límites con la provincia de Neuquén y no se descarta que se expanda hasta el río Chubut. De ser así, la carpa dirá presente en toda la Patagonia, sin importar las bajas temperaturas del agua más al sur.

Sobre este tema dialogamos con Mariano Soricetti, quien es licenciado en Biología y está trabajando su Doctorado, por la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata, con el tema Ecología de la Carpa en el Valle Inferior de Río Negro. Estudia este fenómeno hace tres años y medio y se encarga de muestras de la parte inferior del río Negro, desde Guardia Mitre y hasta Viedma.

El biólogo retira aproximadamente 30 carpas por mes, de las cuales compara la alimentación sacándole el tubo digestivo, las gónadas que son los testículos y los ovarios y con eso realiza cortes histológicos para observar cuándo es más propicia la generación de huevos, que son entre septiembre y octubre. Después se les sacan escamas y otolitos (una estructura en la cabeza) que permiten medir la edad de la especie.

Características de la carpa

Respecto a la tipología de este invasor, Soricetti explicó: “La carpa es una especie todo terreno, está en todos los continentes del mundo salvo en La Antártida. Se viene expandiendo hace más de 2000 años, desde la primera vez que se empezó a utilizar como un pez de acuicultura, o sea criarlo para comer desde Europa y Asia hasta Argentina que acá ingresó a mediados de 1800, justamente en la zona de la Mesopotamia para ser cultivada y como bicho ornamental”.

Agregó en el mismo sentido: “Las características principales que tiene es que crece muy rápido, aproximadamente 20 centímetros por año, se empieza a reproducir a los dos años que es un período de tiempo muy corto, come de todo y entonces cualquier animal que es específico a la hora de comer tiene acotada su comida. La carpa come cualquier cosa durante cualquier época del año y come en toda la columna de agua, come la superficie, sobre el fondo, y eso trae aparejado problemas con las especies autóctonas del río porque hay competencias”.

También “puede estar tanto en ambientes correntosos como en ambientes tranquilos, con temperaturas muy variables, con condiciones de oxígeno muy bajas. Entonces, es un bicho que vos lo podes encontrar casi en cualquier tipo de cuerpo de agua, o sea en un lago, en una laguna, en un arroyo, en una represa, siempre tiene ventajas sobre los bichos autóctonos”, sostuvo.

Introducción y perjuicios

Como decíamos, la carpa se incorporó en nuestro ecosistema en 2002 pero hay dudas sobre la modalidad en la que apareció. El experto contó: “Una de las teorías dice que había inmigrantes en el río Colorado y en el río Negro, en Europa se utiliza mucho esta especie para las fiestas, se cocina, gastronómicamente es muy utilizada, cosa que acá en Argentina no lo es porque tenemos otras cosas más ricas para comer. Aparentemente, se las criaba en cuerpos de agua que estaban linderos al río y con las inundaciones habrían ingresado al río Negro. Eran inmigrantes europeos que criaban en cuerpos de agua linderos al río y con las inundaciones se escaparon e ingresaron al río”.

Por otro lado, mencionó: “La otra teoría dice que las ingresaron para que controlen las algas de los canales de Idevi. Ahí hay una confusión porque hay otro tipo de carpa que es la carpa vegetariana que sí se utilizó en los canales del Idevi. Pero las condiciones del agua no eran acordes al bicho, además es un animal híbrido que no tiene la capacidad de reproducirse, o sea, se lo modifica para que no se reproduzca, que no sea fértil por lo que llega a una determina edad y muere”.

En cuanto a los males de este animal, expuso: “A nivel mundial se hicieron un montón de estudios y la conclusión a la que se llegó es que la carpa es un ingeniero ecosistémico, la carpa modifica cada ambiente al que entra porque tiene una capacidad para alimentarse que va moviendo el fondo, se levanta el sedimento y enturbia el agua. Entonces, todas las especies que se valen de la vista para comer, como puede ser una perca, se ve perjudicada por eso. La carpa influencia sobre el ecosistema total en el que es introducida, toda la cadena de animales que hay en el río se ve modificada por esta conducta”.

De hecho, la carpa está incluida en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Crecimiento imparable y necesidad de controlarla

Nadie sabe cuál es el número aproximado de carpas en el río, pero aumentó significativamente, debido a que antes se la encontraba sólo en el Valle Medio y ahora aparece en el límite con Neuquén.

Soricetti comentó: “Se está expandiendo por todo el río y éste es el límite sur, pero porque todavía no ha llegado al río Chubut. El día que llegue al río Chubut se puede llegar a extender a toda la Patagonia. Es un bicho que tiene la capacidad de invadir estos ambientes por más que sean fríos. La carpa se ha extendido y no hay ambiente que la frene, la temperatura no la perjudica mucho, come de todo, así que no tiene límites en la expansión, depende de nosotros controlarla y no introducirla en nuevos cuerpos de agua”.

Ante el interrogante de cómo regularla, precisó: “Ya es una población que es muy complicada erradicarla, es prácticamente imposible sacarla del río. Lo que sí se puede hacer es regular la población. Existe un virus que se llama herpes virus de la carpa que lo que hace es regular la población. En los ríos de Australia se introduce ese virus en el ambiente y lo que hace es atacar exclusivamente a la carpa, no ataca a otras especies”.

“Acá en la Universidad de Río Negro hay dos colegas biólogos, Carolina Bellusci y Federico De Maio, que trabajan con muestras que yo les proveí de branquias, intestinos y cerebro. Están haciendo análisis y encontraron en dos individuos de 100 que hay una prevalencia de un virus. Se encontró ese virus, no tenemos certezas de esto, pero lo que puede estar regulando a la carpa puede llegar a ser un virus, porque después naturalmente no tiene depredadores más allá de que vos podes llegar a ver a un lobo en el río”, amplió.

Mal uso de la pesca de la carpa

En otro orden, Soricetti habló en torno a los pescadores que arrojan los desperdicios de la carpa en plena vía pública. Dijo al respecto: “Yo creo que cuando uno va a pescar se tiene que hacer cargo de llevarse la bandeja de carnada y si vos pescaste algo te tenés que llevar el bicho. Si lo limpiaste ahí trata de tirar las tripas en una bolsa y lo pones en un tacho o te las llevas a tu casa. Yo estoy en desacuerdo con que se deje todo tirado en la costanera porque es un lugar que lo comparte toda la sociedad, hay chicos, hay perros, hay familias”.

Y manifestó que actualmente no se está explotando esta especie como debería. “La carpa se puede consumir, de hecho hubo un curso hace dos años donde se explicó cómo cocinarla. Por lo general, la gente se queja porque tiene un sabor muy amargo porque es un pez que se alimenta de la parte bentónica, del fondo del río y por ahí tiene gusto a barro medio fuerte. Entonces, para que ese gusto se le vaya inmediatamente hay que desangrarla, la dejas una noche en bicarbonato o con vinagre para que se le vaya ese gusto y después sí la preparas”.

“Es un pez que si lo abrís te das cuenta que tiene mucha carne. Argentina ya de por sí es un país donde no se consume mucho pescado, pero sí es una especie comestible, es una oportunidad que se tendría que aprovechar”, cerró.

Te puede interesar
Ultimas noticias