En un suceso que causó conmoción durante esta madrugada en el barrio Parque Independencia de esta capital, un joven que volvía a su domicilio en el barrio Lavalle fue víctima de un robo a punta de cuchillo por parte de un menor de edad.

Este hecho delictivo calificado en principio por la Comisaría 34° como “robo agravado por el uso de arma” volvió a poner en debate la situación de los menores de edad quienes no pueden ser imputados por la Justicia y son liberados luego de los trámites correspondientes.

Todo comenzó durante las primeras horas de este martes cuando un muchacho circulaba caminando por la vereda de la avenida Giachino entre Las Madreselvas y Las Violetas. Allí, fue interceptado por un chico muy joven esgrimiendo un cuchillo bajo la amenaza de que entregue todas sus pertenencias.

Al momento de que la víctima se estaba sacando la campera, su atacante intentó cortarlo con el arma blanca a la altura del abdomen, y –rápido de reflejos- el muchacho decidió retroceder evitando ser lastimado, pero lejos de verse aliviado, sufrió otro sofocón al detectar que el ladrón ya contaba con refuerzos, de acuerdo a la reconstrucción a la que pudo acceder NoticiasNet de fuentes dignas de crédito.

Es que un compinche se le apareció por detrás y entre ambos agresores lograron arrebatarle dos camperas, una mochila, una billetera conteniendo una tarjeta de débito y un teléfono celular, tras lo cual huyen en la oscuridad escondiéndose entre las escaleras del mencionado complejo habitacional.

Como ya se había dado la alerta entre las unidades policiales de la ciudad, 40 minutos más tarde del violento robo, personal del Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescates (COER) logró dar con uno de los atracadores, y una vez identificado, se supo que se trataba de un adolescente de 16 años a quien se le encontraron las pertenencias sustraídas unos minutos antes pudiéndose ser recuperadas por los efectivos.

Mientras quedó demorado, fue informada de lo acontecido la fiscal de turno, Mariana Giamonna, quien dispuso que se lo impute en una causa judicial de ese tenor, y el menor sea entregado en principio al Centro de Admisión y Derivación (CAD), perteneciente a la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF).

No obstante, el otro sujeto se encuentra prófugo. Se desconoce la identidad y en consecuencia no se sabe si es mayor o menor. En los últimos días, varios hechos delictivos son producidos por adolescentes que no tienen la mayoría de edad.