Pasadas las 22:30 del sábado, un sujeto fue con una actitud patotera a una despensa ubicada en la calle Garrone, casi esquina con Alvear de Viedma, y exigió que le vendan una bebida alcohólica.

Como ya era el horario de cierre, el almacenero de 27 años se negó a despacharlo.

El molesto cliente advirtió que trabajaba en la Dirección General Impositiva (DGI) y que le iba a confiscar toda la mercadería.

El despensero se dio cuenta de que era una fábula y le dijo que iba a llamar a la Policía. En ese momento, el hombre se quiso dar a la fuga en un auto y el comerciante intentó frenarlo.

Como saldo, quedó enganchado del paragolpes y sufrió varios golpes en las rodillas, en las piernas y en los brazos.

Se dio intervención del SIARME y quedó recompuesto.

La Fiscalía en turno tomó las primeras intervenciones y se analizaron cámaras de seguridad para detectar al autor del violento hecho.

Según fuentes oficiales, el almacenero no pudo identificar al victimario porque habría sido la primera vez que concurre a su propiedad.