La mediática se confesó sobre la vida íntima de su pareja, explicando por qué dejó de tener sexo con él y cuánto afectó a la relación.

Por estas horas, Andrea Rincón sorprendió a todos en su programa de streaming al referirse a una decisión que tomó respecto a su vida íntima y sexual. En la reciente emisión de Las pibas dicen, en Blender, se abrió para dar detalles sobre su vínculo con Mauricio Corrado, su actual pareja.

Rincón viene de ser noticia hace unos días después de la propuesta de matrimonio que le hizo su novio, quien elige tener un bajo perfil. Sin embargo, ahora la famosa sorprendió al explicar que hace un tiempo dejó de tener sexo con él, un detalle que según explicó fortaleció su vínculo.

La actriz habló de su experiencia junto a sus amigas Ana Paula Dutil y a las hermanas Rosario y Julieta Ortega. Allí contó las razones por las que tomó la decisión de evitar tener relaciones sexuales y el resultado que obtuvo en el vínculo con su futuro marido.

“Tener una pareja para mí era 80% sexo y 20% afecto”, aseguró Andrea y explicó que eso le “trajo muchos problemas”, por lo cual tomó la determinación de hacer “ayuno”. Contó que decidió dejar el alcohol en primer lugar, luego hizo lo mismo con el cigarrillo y por último, también el sexo.

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“Primero pusimos una cosa -dijo mientras con sus manos simuló una barrera- de almohadas para dividir. ‘Vos acá y yo acá'”. Sin embargo, confesó que este método no resultó al principio y siguieron probando otras opciones. “Empezamos a dormir vestidos...”, recordó la actriz.

“Bueno, te vas a dormir abajo”, siguió confesando Andrea sobre el diálogo que mantuvo con su pareja cuando seguían sin ver resultados. Esta situación los llevó a frustrarse, llegando a llorar por no conseguir su cometido. “Tenemos que resistir, atémonos”, llegaron a pensar.

Fue entonces cuando pasó algo que no se esperaban. “En un momento empezó a pasar algo que nunca me pasó en la vida...”, dijo la actriz con una sonrisa en su cara. Y entonces lo confesó: “Se empezó a fortalecer la relación y era algo que yo desconocía en una relación”.

Luego, recordando la referencia que había dado antes sobre una relación de 80% y 20%, utilizó sus manos para gesticular y mostrar a modo de balanza que todo se pudo equilibrar con esto. “Claro, empezó a cambiar el porcentaje”, se sinceró, destacando cómo cambió su relación.

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