La conductora no esperaba encontrar el amor, no estaba lista, pero apareció y no pudo resistirse al que ahora es su pareja desde hace 17 años.

Las historias de amor, las lindas, pueden comenzar en los lugares más insólitos y desde ese pequeño e ínfimo momento construir un mundo que puede decantar en lo más lindo que la vida le puede dar una pareja, un hijo.

Karina Mazzocco hace 17 años atrás estaba sola, no esperando a nadie y mucho menos al amor de su vida. Estaba tranquila y en especial, aquel lunes por la mañana, con ganas de nada, solo de stockear la alacena para tener alimentos en su casa.

Como buena vida de famoso, su ida al supermercado fue un lunes a la mañana, donde el establecimiento está muy poco concurrido y a pesar de que estaba de incógnita y bastante tapada, su belleza se dejó ver, flechó a un hombre y viceversa con ella, que lo vio y enseguida vislumbró algo de atracción en él.

Omar El Bacha, es hoy el exmarido de Karina y el papá de Malek y su historia de amor con la conductora arrancó en un súpermercado, no sin antes hacer un trabajo fino fino, de otra época, sin tanta ayuda de las redes sociales.

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"Lo conocí en un supermercado, va a ser 17 años que estamos juntos y tengo un hijo de 15. No estaba en los planes ser mamá pero me enamoré mucho", arrancó contando Karina en una nota con Flor Peña.

"Fue un lunes a la mañana, había ido al supermercado totalmente camuflada para no encontrarme con nadie y me encontré con mi compañero de la vida, Omar. Lo vi y dije: qué lindo, cómo me gusta. A la salida del supermercado me preguntó si podía ayudarme con las bolsas", agregó la líder de A la tarde por América.

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Tras esa ayuda y la poca bola que le dio Karina, a pesar de que le había parecido buen mozo, Omar no quiso dejar pasar la chance y realizó una maniobra que a ojos de hoy estaría bordeando otros ribetes y no del enamoramiento.

"Me hizo un laburo importantísimo: me siguió con el auto porque yo no le di nada, ni teléfono, nada", destacó Mazzocco y en el final de la historia contó la infidencia de la movida que hizo Omar para conocerla un poco más, en una jugada que a veces solo se ve en las películas.

"Vio donde vivía y me mandó flores, bombones... Y un día me mandó un teléfono celular que tenía solo un número agendado cuando lo enciendo: el de él. A partir de ahí hablamos todos los días y nos empezamos a ver", concluyó.