De un tiempo a esta parte se viene advirtiendo cómo la inseguridad crece en Viedma de la mano de delincuentes juveniles. Chicos que conocen las leyes, incluso, mejor que los propios jueces. Tienen más que clara cada palabra, cada coma, para hacer de las suyas y, de esta manera, así como entran, salir en un abrir y cerrar de ojos.

En este caso, efectivos de la Comisaría 30° lograron atrapar a un joven de 20 años y una adolescente menor -de 17-, que minutos antes habían entrado juntos a una propiedad con la intención de robar. Según se pudo saber, lograron colarse en el patio de una casa en la calle Formosa, juntaron elementos para llevarse, pero fueron vistos y se fueron sin terminar el hecho.

Hubo un llamado al 911, lograron escaparse, pero en ese instante comenzó una intensa búsqueda que terminó con los dos sospechosos aprendidos cuando iban caminando por la calle Winter casi Sor Picardo. En ese momento, al ver la presencia policial, rápidamente descartaron un arma blanca y un destornillador.

Se los interrogó y allí, los uniformados, pudieron saber que eran las mismas personas que también habían intentado robarse la batería de un auto estacionado en la calle Cardenal Cagliero. Por estos hechos, se le dio conocimiento al fiscal de turno, que dispuso las actuaciones correspondientes por los dos intentos de robos.