Galiano insiste con su inocencia por el delito de violación: presentó una apelación en Casación
Se agarra con uñas y dientes a artilugios legales, pero su situación judicial está muy complicada.

El abogado Ignacio Galiano fue condenado a siete años de prisión efectiva, por un abuso sexual con acceso carnal contra una empleada, oriunda de Viedma. A esta sentencia, se le sumó un año y medio más por una condicional por estafas con documentos públicos.
En el delito de violación, se le atribuye haber penetrado sin consentimiento a una empleada el 27 de octubre de 2021, entre las 3 y las 5 de la madrugada. Fue en la habitación 801 del Hotel Waldorf de Capital Federal, en la calle Paraguay 450, a una cuadra y media de la calle Florida. Es la causa más complicada por la que fue condenado el letrado, conocido por estar siempre en el foco de escándalos.
Ahora apeló e insiste con su inocencia. Utilizará todas las instancias legales oportunas para intentar hacer caer la condena, o al menos, disminuirla.
El defensor público Lucas Tassara, titular de la Defensoría Oficial número 9 ante los Tribunales Orales en lo Criminal, presentó ante Casación un recurso en el cual intentará la anulación del pronunciamiento del Tribunal Oral en lo Criminal N°16.
Tassara indicó que las pruebas contra Galiano no son suficientes y que se apoyaron en los testimonios de los oficiales Schulz, Panquilef, Franze y Ferreyra, que estaban custodiando al viedmense por otra causa donde peligraba su vida.
El hombre de leyes indicó que todos los nombrados resultan ser “testigos de oídas”, puesto que no presenciaron el evento atribuido a Galiano.
“Ni siquiera Panquilef que, según los dichos de la víctima, estaba en la habitación contigua cuando habría ocurrido el abuso sexual, escuchó o vio algo directo", precisó.
Del mismo modo, expresó la damnificada “les habría relatado lo ocurrido a Panquilef por un lado, y a los oficiales de la Policía de la Ciudad (Franze y Ferreyra) por el otro, mientras que el oficial Schulz tomó conocimiento a través de Panquilef. Por lo que la reiteración a la que alude la sentencia no es tal, máxime cuando, en realidad, son cuatro testigos pero sólo dos ocasiones en que Iguarán se habría expresado al respecto”.
"La única versión con cierto detalle que conocimos fue la que M.F. I. brindó durante el juicio y fue, justamente, ese relato al que el resto de la prueba que se ha agregado no ha otorgado sustento sino, más bien, ha desvirtuado", detalló.
Además, prosiguió que la víctima demostró angustia y vergüenza a la hora de declarar, signos compatibles con que existió un abuso, pero para el defensor de Galiano esas emociones “no son suficientes por sí solas sino que corresponde analizar, además, si el resto de la prueba va en el mismo sentido o no”.
Y más adelante, hizo un esfuerzo por intentar sostener que Galiano y la demandante tenían una relación amorosa y que todo lo ocurrido en la intimidad fue consensuado y que los custodios “en un determinado momento, dejaron de anotar los ingresos y egresos de M.F.I porque se trataba de una persona que concurría con frecuencia al domicilio de la familia Galiano. En consecuencia, se desconoce la cantidad de entradas y salidas, los horarios y las actividades que realmente incluyeron a la Sra”.
La última palabra ahora la tendrá Casación, aunque se anticipa que la condena original será muy difícil de revertir.