La Comisaría de Guardia Mitre y el Ministerio Público Fiscal (MPF) lograron tener un conocimiento acabado de lo ocurrido en los últimos días del fin de semana en el caso de un robo en despoblado y en banda agravado por el uso de arma de arma de fuego. Tuvo como víctima a un agricultor, propietario del establecimiento “Isla Batel”, cercano a esa localidad, quien por momentos, su vida corrió peligro.

El hombre se hizo presente en la mencionada unidad policial solicitando ayuda, tras vivir minutos de zozobra dando cuenta a los uniformados de que varios jóvenes dispararon contra el casco del establecimiento ubicado a unos 30 kilómetros del casco urbano sobre la ruta provincial Nº 53.

El hecho delictivo comenzó a desencadenarse en circunstancias en que el agricultor se encontraba en su vivienda ubicada a seis kilómetros de la tranquera. Salió alrededor de las 10 del viernes para dirigirse al galpón que posee en el lugar, y allí observó a un joven de estatura baja, contextura delgada, que corría en dirección a su vivienda.

En ese instante, el hombre ordenó a los gritos  para que se retire de su campo retornando a su vivienda en buscar de arma de fuego que tenía para protección personal, y quedó rodeado por el pánico, pues en el frente de la vivienda había otros dos sujetos más, y uno de ellos con su cara cubierta. Como pudo ingresó de inmediato para resguardarse, mientras escuchaba a sus espaldas detonaciones de arma de fuego y estallidos de cristales en la ventana de una habitación.

Logró acceder y mientras revisaba la casa, tomó conocimiento que el trío ya había estado anteriormente en la vivienda y le habían sustraído su arma de fuego, calibre 22, culata color oscura y negra, que se encontraba en la entrada en la cocina a simple vista.

Fue en esos segundos que se le ocurrió dirigirse a la parte trasera de la unidad habitacional donde en la bajada por la que antes corría el río tenía una camioneta Ford F100 con la cual huyó rápidamente del lugar, siendo perseguido por estos sujetos en la Toyota Hilux, de color blanco de su propiedad que estaba estacionada también en inmediaciones de la vivienda.

La víctima logró poner en marcha su vieja Ford y buscando desaparecer del lugar mientras le efectuaban disparos de arma de fuego. Varios proyectiles impactaron en la camioneta produciendo rotura de cristal de luneta trasera y traspasando parabrisas, y en el confuso momento, es muy posible que uno de los perros que estaban en la caja de la camioneta haya sido rozado por una bala.

Afortunadamente para el agricultor, logró zafar de sus agresores en uno de los caminos internos a la altura del campo de un vecino. Una vez más calmo,  llegó a la comisaría de Guardia Mitre para contar lo sucedido. También hizo mención a que sufrió el robo de un atado de billetes con una suma de unos 100.000 pesos, y de un teléfono celular.

Con todos estos detalles, la policía inició un rastrillaje, se trasladó hasta el campo,  y en las inmediaciones de la vivienda se encontró con un joven caminando, a quien logró ser identificado como mayor de edad y con domicilio legal en Patagones.

Cuando los efectivos preguntaron qué estaba haciendo allí, el muchacho de 19 años explicó que había llegado allí junto a un hijo de la víctima y un menor de edad. Sin embargo, de acuerdo a lo que pudo saber Noticiasnet, el chico se trabó en sus coartadas porque en un primer momento dijo que estaban en el lugar para realizar un trabajo, y a continuación comentó balbuceando que habían ido a pedir ayuda porque se les había pinchado una moto y que el dueño los había corrido.

Ante dicha situación se procedió a efectuar cacheo de seguridad constatando que no portaba armas entre sus prendas, si una billetera con documentación personal. Asimismo, llevaba en su poder una mochila de color negro, conteniendo en su interior dos chapas patentes de motos, varias herramientas, una billetera, y tarjetas de DNI, de Mercado Pago y una cédula de identificación perteneciente a un menor, y documentación de la madre. Ante las sospechas, los policías decidieron detenerlo y continuar con el rastrillaje de los otros dos.

Como la patrulla se hizo presente en la vivienda del agricultor, sus integrantes constataron los daños en la ventana de una habitación y la existencia en el piso de dos vainas servidas. Allí dejaron una consigna policial y el resto de los miembros de la comitiva policial trasladaron al sospechoso a la comisaría de la localidad.

A raíz de la huida de los otros dos asaltantes, la comisaría solicitó colaboración en la continuidad del operativo a la Brigada Rural de Viedma por su jurisdicción en los campos de esa zona, y a las unidades de General Conesa, Viedma y Patagones con el propósito de encontrarlos.

La alerta irradiada tuvo resultados positivos, y a las 17.13, se tomó conocimiento desde la Unidad 20 de Conesa que en su rápida huida habían alcanzado llegar a esa localidad el menor, y otro joven de 18 años. En ese marco, se supo que casualmente –este último- lleva el mismo nombre y apellido de la víctima.

Al parecer, fueron interceptados conduciendo una moto y luego del procedimiento, los policías verificaron que tenían en su poder unos 83.000 pesos aproximadamente, luego de lo cual se decidió su traslado a Viedma para la formulación de cargos. Ambos mayores quedaron detenidos en esta capital, en tanto, el menor –cuya familia había denunciado su desaparición- quedó demorado en forma transitoria en un Centro de Admisión y Derivación (CAD) para su posterior entrega a los progenitores.

Por otra parte, trascendió que más allá del susto, el agricultor sufrió otras pérdidas. La Toyota que le pertenece fue encontrada abandonada a unos 800 metros de la tranquera –en el interior del campo- con daños visibles en sus laterales ambas ruedas y tren delantero ya que sus perseguidores cruzaron un alambrado, cuyos hilos de acero estaban enredados en una de sus ruedas.

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