La lectura surge porque muchos delitos contra la propiedad, o en la vía pública, están ocurriendo en horarios de operativos de motos y de autos. 

 

Es decir que aprovechan el destino de personal de las distintas unidades a los controles de tránsito, y allí los malhechores ven vía libre para cometer sus actos. 

 

Una fuente policial consultada dijo que se ocupan hasta seis efectivos por cada operativo, dependiendo de la jurisdicción, y se le quita ese número de uniformados a las rondas de a pie.

 

Por consiguiente, se refuerza un punto de la ciudad, pero otro queda flaqueado y ahí es donde aparecen los dueños de lo ajeno. 

 

La cuestión radica en que Viedma necesita más policías, pero en la última etapa de egresados la mayor cantidad de oficiales tuvo destino hacia General Roca y Cipolletti, por lo que el número de hombres azules sigue siendo escaso en la capital provincial. 

 

A este preocupante panorama, se le suman la falta de patrulleros para recorrer grandes distancias o para llegar cuanto antes a los puntos donde hay ilícitos.