La compañía de Elon Musk lanzó el supercohete Starship en su primer vuelo de prueba no tripulado, antes de enviarlo a la Luna y Marte. Minutos después del lanzamiento, y al no poder desprenderse del propulsor, explotó en el aire y perdió millones de dólares.

Fue el segundo intento para concretar la prueba de vuelo, luego de la suspensión en los últimos segundos de la cuenta regresiva, el pasado lunes.

Elon Musk perdió aproximadamente 2000 millones de dólares tras el fallido lanzamiento del supercohete “Starship”, el más grande jamás construido por la humanidad.

Con más de dos décadas de recorrido, la compañía aeroespacial de Musk intensificó en los últimos años su presencia en el ámbito aeroespacial, picando en punta entre las firmas privadas del sector. Su contrato con la NASA de 3.000 millones de dólares amplificó su poderío en este ámbito. El objetivo es llegar a la Luna a partir del año 2025 tras cerca de cinco décadas de ausencia de humanos en aquel paraje.