24 M-ACTO EN PLAZA SAN MARTÍN

| 24/03/2023

Sentidos pronunciamientos plasmaron los participantes

Sentidos pronunciamientos plasmaron los participantes

Aquel miércoles del 24 de marzo de 1976 fue un día cualquiera para muchos incrédulos, para otros flotaba en el ambiente en los primeros meses de ese año, y los camiones con soldados de Bariloche llegaban al Distrito Militar de calle Colon –hoy oficinas de ARSA- para tomar la Casa de Gobierno en horas de la madrugada.

Para quienes ayer participaron del acto recordatorio del golpe militar, este hecho dejó una bisagra política en la sociedad provocando un generalizado repudio por lo actuado de parte de los militares genocidas, algunos de los cuales ahora se presentan en las audiencias como si fueron buenos abuelitos.

“Estamos nuevamente en la plaza con gente movilizada como siempre reclamando por la Memoria, la Verdad y la Justicia”, señaló a NoticiasNet en el marco del acto de la plaza San Martín de esta capital, Oscar Meilán, un ex detenido de la dictadura militar, quien tiene desaparecido a su hermano Julio.

A su entender, el país paso de la opresión de los militares a otro tipo de condicionantes como la persecución a pueblos aborígenes, las mentiras judiciales, el accionar del Fondo Monetario Internacional (FMI), la justicia complaciente, y con estos poderes “siempre paga el pueblo”.

Por otra parte, centró sus esperanzas en la “participación de los jóvenes que sean capaces ellos de modificar la situación o abrir sus mentes a la realidad”.

Para el militante social, Mario Luna “hace falta más memoria y mucha lucha por las reivindicaciones diarios, porque si no nos unimos, vamos a terminar perdiendo la memoria”. El hombre aprovechó a contar que el golpe lo sorprendió en Mar del Plata donde se encontraba preso porque estaban prohibidas las reuniones dispuesto por el gobierno constitucional de la depuesta María Estela Martínez de Perón, y pasó varios días durmiendo en el suelo en un galpón de Prefectura Naval con una zapatilla en el omóplato y otra en la cadera para evitar el piso duro. Luego “tuve un exilio en Viedma, trabajando como guardavida”, rescató de su memoria.

Xiomara Díaz, tiene 26 años, pertenece al colectivo Familia Arco Iris, y no vivió la dictadura militar. Sin embargo, estuvo presente en la plaza junto a su grupo porque el acto “es un espacio para poder generar conciencia, para que no se siga perdiendo, y por suerte hoy (por ayer) mucha gente se comprometió a venir”.

Por su parte, la militante social Liliana Lupoli –ligada al gremio ATE- advirtió que el 24 de marzo “me produce mucha angustia porque no la pasé muy bien” cuando estudiaba la carrera de veterinaria en la UBA. Recordó que “pasaban los autos de Coordinación Federal con las ventanas abiertas y los militares sacando hacia afuera las ametralladoras. Había que pegarse a la pared para evitarlos, fue una época muy negra en mi vida”.

El historiador Roberto Bovcon expresó su preocupación –en el contexto de este cruento acontecimiento ocurrido hace 47 años- porque “los más jóvenes no tienen ni idea” de lo que ocurrió con el golpe y las desapariciones forzadas de personas.

En su opinión “en las escuelas lo recuerdan porque queda bien, pero observemos que acá (en la plaza) la mayoría son de 50 años” y además sin hacer señalamientos precisos advirtió que “algunos que se juegan de víctimas se hicieron millonarios”.

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