La comunidad educativa y estudiantil se sintió totalmente ultrajada cuando aquel día por la mañana de marzo en la Escuela Secundaria Río Negro (ESRN) N° 53 de General Conesa notaron el faltante de 18 netbooks. Son consideradas indispensables para actividades escolares.

Su director Claudio Garzoni fue quien no dudó y rápidamente realizó la denuncia por el faltante, según indicó el sitio periodístico Conesa al Instante Noticias.

Los estudiantes fueron otro eslabón principal de esta cadena, quienes hicieron escuchar su voz con el pedido de justicia, más seguridad y un abrazo simbólico a la institución.

Posteriormente, se supo ayer que al proceder en la recopilación de información y datos que llevó a delante el Gabinete de Criminalística, de manera conjunta con la División Canes, se logró recuperar 11 da las 18 computadoras robadas en los primeros días de marzo casi coincidiendo con el regreso a la aulas.

Por otra parte, ese medio logró saber que cinco de las netbooks habían sido ya entregadas de manera voluntaria a lo que ya solo estarían faltando el recupero de solamente dos.

Algunos trascendidos indican que el hurto –al parecer bajo la sospecha de que habría adolescentes involucrados- se concretó luego de que los autores forzaron una puerta de salida de emergencia, retiraron los equipos y huyeron.

El retorno del ciclo lectivo se produjo en medio de un paro y en ese marco, cuando ingresó el personal del Servicio de Apoyo escolar al edificio, sólo notó que un matafuego había sido vaciado pero no ingresaron a la sala donde se encontraban las computadoras.

El faltante se constató cuando las autoridades de ese establecimiento educativo ingresaron a la sala para buscar equipos de sonido que destinarían a la organización del acto de recibimiento, por lo tanto se hizo la correspondiente denuncia que dio lugar a la intervención policial y judicial, y cuya investigación dio sus frutos cuando el personal actuante detectó que la mayoría de los equipos se encontraban en viviendas particulares por lo tanto los propietarios decidieron devolverlas, a medida de que los policías iban tocando el timbre casa por casa.

Si bien faltan todavía dos, el resto del recupero fue enviada a Viedma con el propósito de que pueda ser desbloqueado. De acuerdo a algunas estimaciones, cada equipo está valuado en unos 90.000 pesos con lo cual la pérdida para el Estado y los beneficiarios de la escuela podría haber rondado una suma superior a los 1,6 millones de pesos.