El cielo de Viedma fue un concierto de luces: las maravillas que dejó la tormenta de anoche
Esta mañana, la tormenta de las últimas horas fue el comentario en todas las oficinas. Pasó de todo: refucilos, rayos, lluvia torrencial y hasta corte de luz.

En la última madrugada, el cielo de Viedma fue un concierto de luces y varios vecinos se asomaron para captar ese instante maravilloso. Si bien se esperaba una tormenta, estaba anunciada, la realidad es que muchas veces queda en la nada. Las nubes se dispersan y no sucede, pero no fue así en esta ocasión.
Sobre la medianoche, y ya en el ingreso de este viernes 17, los relámpagos se presentaron como la antesala de una lluvia torrencial que trajo alivio para los campos. Fueron ráfagas que se multiplicaron. Como si el cielo estuviera sacando fotografías. Un escenario que generó que -pese al horario- muchos salieran a mirar para arriba.
Por supuesto, todo ese contorno romántico se terminó cuando alrededor de la una el cielo se vino abajo. Empezó a caer agua como si alguien lo hiciera a baldazos. La frutilla del postre, un trueno que, por la intensidad, dejó en claro que cayó cerca. Generó que tiemple todo y hasta se cortó la luz en toda la ciudad.
¿Cómo se originan los refucilos? Se trata de una descarga eléctrica que es causada por el desequilibrio entre las cargas positivas y negativas. A diferencia de los truenos, que caen a la tierra, los relámpagos generan un resplandor fuerte e instantáneo. Esto es producido en las nubes por una descarga eléctrica.